Diseño para las consecuencias de la Invasión de Ucrania (2022)_QQSF

Consecuencias Internacionales de la guerra ruso-ucraniana

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Por: Código Nexus

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La invasión rusa de Ucrania ha cambiado profunda y drásticamente al mundo y a la geopolítica internacional. La era idealista en la cual abundaban ideas como de que el mundo experimentaría la expansión de la democracia y que existiría una prosperidad económica y comercial descontrolada, se han desvanecido. Europa nuevamente se enfrenta ante una crisis de seguridad, iniciada por una invasión militar a gran escala de un país europeo, al estilo de la Segunda Guerra Mundial. Para empeorar aún más la situación, el impacto de la guerra se multiplicará, ya que se sumaría a múltiples crisis ya existentes, desde la Pandemia hasta el desabasto, la inflación y la crisis en las cadenas de suministro.

El impacto económico

La invasión como tal, ha afectado a las cadenas de suministro por el hecho de que Rusia y Ucrania son importantes exportadores de muchas materias primas, productos y materiales a nivel internacional y la guerra ha inhabilitado la exportación de los mismos. Por un lado, el FMI (2022), reporta que la infraestructura que era necesaria para su traslado y exportación ha recibido daños, ha sido destruida o simplemente se encuentran cerradas por el mismo conflicto. Desde aeropuertos y puertos marítimos, hasta carreteras y puentes. Mientras que Rusia, como los Estados Unidos y sus aliados, han impuesto una gran variedad de sanciones, las cuales tendrán impactos severos para la economía global. Eso, sumado al actuar individual de muchos proveedores de dejar el mercado ruso, también ha contribuido al alza en los precios y al desabasto, ya que a pesar de un gran descuento en el petróleo ruso, no lo están comprando.
El impacto económico de la invasión se ha observado principalmente en el sector energético, con el alza en los precios de la gasolina y del gas natural y en el mercado del trigo. Actualmente, el precio por barril de petróleo está por encima de los $100 dólares, incluso llegando a los $130 dólares. Mientras que los precios del trigo han aumentado un 60%, al igual que el de otros granos (Mohseni-Cheraghlou, A., 2022; FMI, 2022). Más aún, el suministro de otras materias primas y materiales también ha sido afectado gravemente, desde el gas neón hasta el carbón, el cobre, el aluminio, el platino y el paladio. Todos importantes, tanto para la alimentación como para otras múltiples áreas de la economía: el transporte, la infraestructura, la construcción, la energía, la electrónica, la industria automovilística, la industria de los semiconductores, la manufactura y la industria mueblera entre muchas más (Mohseni-Cheraghlou, A., 2022). También afectará la producción de una gran variedad de productos como: maquinaría industrial, electrodomésticos y accesorios electrónicos (Mohseni-Cheraghlou, A., 2022).
Todo ésto se sumará a los problemas ya existentes en las cadenas de suministro, el sector energético y en la recuperación económica mundial tras el fatal golpe económico de la Pandemia del COVID-19 (crisis sanitaria la cual persiste). Creando un cóctel catastrófico, el cual muchos han mencionado podría ser tan fuerte (o más), como la crisis financiera del 2008. Patrick Jenkins (2022) escribió una columna en “Opinion Inside Business” en la cual señala que la caída de Lehman Brothers y la crisis financiera del 2008, muestran lo impredecibles que podrían llegar a ser las sanciones económicas impuestas a Rusia y que, por ende, el mundo debería prepararse para un “shock financiero y económico”. Mientras que, The Economist (2022), ha señalado que la invasión rusa ha introducido una “nueva era de guerra económica de alto-riesgo, la cual podría profundizar la fragmentación de la economía global”.

Repercusiones geopolíticas y militares

Dejando de lado tan solo el impacto económico, que va a conllevar la invasión rusa y la respuesta de Estados Unidos y sus aliados a la misma, también es importante poner atención a las severas repercusiones geopolíticas y militares para el mundo. En primer lugar, ya existía una carrera armamentista que, paulatinamente, iba cobrando fuerza y velocidad. Desde países como Turquía a países como Japón y Corea del Sur, ya habían mostrado indicios de comenzar esas carreras para fortalecer sus posiciones estratégicas regionales. Japón ya cuenta con una flota naval creciente y con dos portaaviones, Turquía se encuentra desarrollando una industria militar altamente competitiva y Corea del Sur produjo un avión caza propio y planea contar con un portaaviones ligero para 2033.
Las carreras armamentistas ya existentes se debían a temores por el surgimiento de China, las otras carreras armamentistas, inestabilidad regional, el actuar de países como Rusia y la posibilidad de que Estados Unidos vaya o no a intervenir o simplemente empeore la situación (dependiendo del país). Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania ha empeorado y multiplicado muchos de estos temores. Muchos, quienes han abogado a favor de estas carreras, usarán está invasión como pretexto para fomentar sus objetivos militares, hasta cierto grado tendrán razón.
Alemania ya ha terminado con su época pacifista y planea aumentar su presupuesto militar al 2% y crear una industria militar europea para cubrir sus necesidades. Polonia recibirá mucha ayuda financiera, la cual funcionará para fortalecer su ejército y, desde la invasión rusa, ha adquirido 250 tanques estadounidenses.
Está crisis de seguridad y las carreras armamentistas, por ende, cambian rotundamente el panorama geopolítico internacional. Europa ahora necesita prepararse para mantener a Rusia ocupada en Ucrania. De lo contrario, un ejército ruso veterano y con experiencia en el manejo de la logística militar compleja, buscaría también invadir otros países para retomar territorios claves para la seguridad de Rusia. Estos serían países como Georgia y Moldova y muchas regiones como los Balcanes se volverían muy inestables. El resurgimiento del factor serbio con un movimiento nacionalista en Bosnia y Herzegovina podría ser aprovechado por Rusia para aumentar su presencia e influencia en la región y crear otro frente para la OTAN.
Por otro lado, muchos países, por sus carreras armamentistas, van a intensificar las tensiones geopolíticas en muchos lugares. Turquía y Grecia han estado intentando superarse para poder asegurar su posición estratégica en el Mediterraneo. Mientras que la rivalidad entre Japón y China en Asia, se podría intensificar aún más de lo que ya está, sumando una creciente preocupación por parte de Corea del Sur sobre el creciente poder militar de ambos países.
Un hecho obvio sería que los países y muchos políticos y militares en ellos, abogarían a favor de dejar de exportar las cuestiones de seguridad nacional a los Estados Unidos. Podríamos ver la formación de bloques menores, pero importantes entre países como Polonia y Suecia para contrarrestar a Rusia.
Muchos además empezarán a ver los errores de Washington como detrimentes para su estabilidad y prosperidad económica y su seguridad nacional. Precisamente, la carrera armamentista turca, orientada para fortalecer su industria militar y mejorar sus capacidades militares, se ha llevado a cabo por múltiples errores de la política exterior estadounidense. Y el alza en las tensiones militares entre Marruecos y Argelia se ha dado por la decisión de Estados Unidos de reconocer el dominio de Marruecos sobre el Sahara Occidental, con el acuerdo de que Marruecos establecería relaciones con Israel.
Más aún, a esto debemos de sumarle el hecho de que las múltiples crisis y el impacto que esto tendrá, no solo en la economía mundial, sino en las sociedades, llevará al surgimiento de movimientos nacionalistas o por lo menos de élites políticas y militares más geopolíticamente activas en el mundo. Estos dos factores, sumados con el hecho de que muchos países obtendrán más capacidades militares significativas, creará un mundo con países más dispuestos a usar el poder duro (el uso del poder militar, político o económico para forzar concesiones o la capitulación de otros países) para alcanzar sus objetivos.

¿Una Tercera Guerra Mundial?

 
La posibilidad de que la Tercera Guerra Mundial inicie por la invasión de Ucrania es muy poco probable, prácticamente un 15% de probabilidad. Estados Unidos no está interesado en intervenir a favor de Ucrania, sino solamente en reforzar el flanco oriental de la OTAN en Europa, algo que sería mucho más fácil por las carreras armamentistas de Polonia y Alemania. Pero la invasión y sus consecuencias sentarán las bases para lo que podría llegar a ser una tercera guerra sistémica (una guerra que cambia el orden mundial político y militar).

Muchos países, los cuales a finales de los 20s o en los 30s, empezarán a contar con más capacidades militares, contarán con movimientos nacionalistas fuertes o por lo menos con élites políticas y militares geopolíticamente más conscientes de la situación de sus países y sus objetivos geopolíticos. Todo eso podría contribuir a que a futuro, se empiecen a fortalecer y empeorar las rivalidades geopolíticas tanto regionales como internacionales.

Básicamente tendremos un mundo más tenso e inseguro, con muchas más armas. Ese cóctel llevó al estallido de las primeras dos guerras mundiales. Después de todo, las invasiones de los 20s y la crisis económica de 1929 (la Gran Depresión), sólo tuvo su impacto más claro hasta finales de los 30s, en 1939. Probablemente, no veremos las consecuencias directas de las crisis de hoy sino hasta el siguiente año o a mediados de está década, pero seguramente sí se verán en la siguiente. Las guerras sistémicas son naturales en la historia, son de las pocas formas en la cual existen verdaderos cambios de poder.

Sin embargo, no por eso, deberá necesariamente tenerse miedo del futuro. Sí, el mundo estará repleto de gobiernos nacionalistas, o por lo menos gobiernos geopolíticamente más activos y tendrá países mucho más armados e independientes en el manejo de su política exterior, pero no necesariamente significa que el orden mundial llegará a un rotundo fin. Es importante tomar estas cuestiones en cuenta, para poder prepararse y estar atentos sobre los posibles escenarios a futuro.

Pero no significa que vayan a haber conflictos por doquier. Muchos países seguirán usando la diplomacia para resolver disputas o simplemente usarán respuestas técnico-militares (respuestas militares usadas para conseguir concesiones o capitulaciones, pero sin usar la fuerza directamente). Las invasiones militares que se lleven a cabo en el futuro tendrán que ser altamente calculadas, de lo contrario los países se enfrentarían a los mismos problemas que Rusia. Los errores del ejército ruso en Ucrania y los obstáculos a los que se ha enfrentado, han demostrado que la victoria rápida no siempre se obtiene y que las invasiones pueden ser muy costosas. Los países tendrán que estar 100% seguros de que obtendrán las ganancias deseadas a largo plazo por dichas operaciones militares.

El mundo no será el mismo pero tampoco significa que todo estará perdido por completo y sea insalvable.

Referencias:

CNN. (2022, 31 mayo). «I was wrong»: US treasury secretary admits she was wrong about US inflation in 2021 [en línea]. CNN sección de Situation Room. Recuperado 4 de junio de 2022, de https://edition.cnn.com/videos/business/2022/05/31/janet-yellen-admits-to-being-wrong-about-inflation-sot-tsr-vpx.cnn/video/playlists/business-economy/

The White House, Department of Health and Human Services, Department of Defense, Department of Energy, & Department of Commerce. (2021, 8 de junio). BUILDING RESILIENT SUPPLY CHAINS, REVITALIZING AMERICAN MANUFACTURING, AND FOSTERING BROAD-BASED GROWTH. The White House. https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/06/100-day-supply-chain-review-report.pdf   

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