El dinamismo político que se observa cuando se busca analizar a un determinado ente o contexto desde los distintos niveles de análisis en los que el ojo crítico se puede posicionar —internacional, regional, nacional, local…¿individual?— depende en gran parte de la ideología que posiciona a los entes a estudiar. Por ejemplo, observar la configuración de la región latinoamericana o europea requiere especial enfoque en los regímenes políticos de cada unidad que la integra, mismos que son transitorios y responden a diversos factores internos y externos. De ahí el dinamismo que abona al análisis.
Hablamos de posicionarnos en una izquierda, derecha, o en espacios híbridos. Si contemplamos el plano político, es posible optar por visualizar las tendencias ideológicas —aquellas que suelen determinar o condicionar la relación entre partidos, instituciones, políticas y votos— como un espectro. Posicionarse en algún punto de la escala determina toda interacción con el ambiente en el que un individuo, un municipio, un país o una región se desenvolverá. Incluso no tomar posición, es tomar una postura. En el presente análisis abordaremos el dinamismo que el posicionamiento izquierda-derecha (con sus importantes matices) implica para las elecciones generales españolas del 2023, esto desde una perspectiva de la cuestión de las alianzas entre partidos, y la encrucijada en la que el pueblo español se encuentra.
Elecciones españolas 2023
El panorama español con el que nos encontramos en el 2023 está determinado por las elecciones generales del 23 de julio, mismas que se han desenvuelto con cierta polémica al evidenciar —una vez más— una característica concreta de las sociedades actuales: la polarización. Además de reflejar que la dinámica de las comunidades autónomas son síntoma del agregado nacional. Las elecciones autonómicas del 28 de mayo tienen claras implicaciones en la política nacional, visibilizando la fuerza que vuelve a tomar la derecha y la posición defensiva que la izquierda está tomando (Marrades y Overa, 2023).
Las elecciones generales, que han sido adelantadas por el gobierno actual como medida de anticipación, tienen como protagonistas a Pedro Sánchez encabezando al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), quien busca la reelección abanderando el centro-izquierda; y Alberto Núñez Feijóo por el Partido Popular representando el centro-derecha. Al momento de realizar el análisis, aún se esperan los resultados que contabilicen el voto en el extranjero. Aun así, es pertinente aterrizar en el caso español porque pone en evidencia el dinamismo anteriormente descrito que surge con la dicotomía izquierda-derecha que se ve altamente condicionada por las alianzas políticas que se tejen, en este caso el PP con la derecha de VOX, y el acercamiento del PSOE con partidos separatistas. Es en el caso español que resulta importante la atención en los matices justamente reflejados en las alianzas. Esto condiciona no sólo el voto del pueblo español, sino también al propio posicionamiento de los partidos.
El PSOE fue fundado clandestinamente como partido socialista —uno de los primeros en Europa— en 1879 bajo el liderazgo de Pablo Iglesias, siendo conformado por intelectuales y obreros. Aunque en sus inicios pugnaba de forma contraria al sistema democrático existente, conforme avanzó el tiempo y con el cambio de siglo, el PSOE ha optado por una participación activa en el sistema democrático, siendo la búsqueda de pactos con partidos burgueses una de las principales estrategias para ganar cobertura y garantizar su agenda política, que también ha transitado hacia el humanismo, la cohesión y bienestar social (Agut, 2020).
El gobierno del PSOE no ha estado exento de críticas. En tiempos más recientes, se habla de la incapacidad del Estado por sostener el sistema, principalmente en referencia a las medidas para hacer frente a la crisis sanitaria. Otro ámbito de desgaste del partido deviene de la interacción con otros grupos políticos y alianzas, mismas que se discutirán más adelante. Sin embargo, es importante rescatar sus políticas sociales innovadoras y su relativo éxito para afrontar el incremento del precio de los energéticos estableciendo un tope al precio del gas para la producción de electricidad (Llerenas, 2023).
Del otro lado de la contienda política del 2023 se encuentra el Partido Popular. Éste fue fundado como Alianza Popular en 1977 como una nueva derecha neofranquista y democrática, y se integraba por la unión de cinco partidos basados en principios conservadores de libertades individuales en donde el Estado asume un ente organizativo dentro de la dinámica económica y social, detalla Agut (2020). Para referirse a la agenda actual del partido, Agut señala la intención del PP por resaltar la fortaleza del Estado de la mano con la patria, proponiendo al sector privado como principal motor de la educación, sanidad y pensiones. Para el 2023, y tras el desgaste de la izquierda española, el PP ha logrado posicionarse como la principal fuerza frente al PSOE, generando un contexto de competencia bastante equilibrado.
De esta manera, la posición defensiva del PSOE tras las elecciones autonómicas de mayo 2023 se vio evidente con la decisión de Pedro Sánchez en anunciar elecciones anticipadas, esto interpretado como un intento del partido por ganar tiempo y acotar el momento político abierto con la victoria de la derecha, argumentan Marrades y Overa (2023). Y es que este movimiento es clave si se rescata la importancia del tiempo electoral de campaña, principal herramienta para el convencimiento de los votantes. Ante unas elecciones tan competitivas como esta, en donde la balanza se ve bastante equilibrada, cada día cuenta para que las medidas de persuasión lleguen a los votantes indecisos. Barreiro para Junquera de El País (2023) explica que el contexto actual en Madrid, y en España en general, es un ambiente altamente competitivo donde las campañas son muy influyentes, y cualquier hecho que pase en campaña tiene repercusiones, tal vez marginales, para cambiar los resultados. Así, la medida del PSOE para anticipar las elecciones recorta seis meses de preparación con el que contaban ambos partidos, mismos que para el PP son clave para ampliar la ventaja sobre la izquierda. Por otra parte, el recorte en el tiempo permite apaciguar las aguas en el ámbito interno del partido reduciendo el tiempo de negociación para posturas más críticas (Marrades y Overa, 2023).
Barreiro contempla las acciones de los partidos en tiempos de campaña, pero también recoge la importancia de los medios de comunicación y de actores encargados de analizar tendencias del electorado. Uno de estos actores son las casas demoscópicas, encargados de realizar predicciones valorando tres datos: la intención de voto directo, la simpatía por los partidos y el recuerdo de voto (Junquera, 2023). Pone como ejemplo de la importancia de los mediadores que procesan información electoral, un debate que fue determinado como un empate, pero después de que los medios procesaran y comentaran lo sucedido, el PP obtuvo una ventaja considerable, tendencia que encontró un revés tras una entrevista a Feijóo. De esta manera, los medios tienen una responsabilidad derivada de su capacidad para consolidar a los partidos como estos mismos buscan ser percibidos, como una oposición real o como la única opción viable en contextos actuales.

Palacio de las Cortes que funge como el Congreso de los Diputados en Madrid, España (Fuente: Luis Javier Modino Martínez vía Wikimedia Commons)
Amistades cuestionables
Ahora, las elecciones generales españolas se acotan en un contexto de competencia entre ambas facciones por conseguir apoyos en un tiempo recortado de campaña. Castañeda (2023) señala que en las presentes elecciones, que contaron con una participación más alta de la esperada, el foco del juego se centra en formar coaliciones, y afirma que quien obtenga más votos logrará armar una coalición más fuerte. Esto va ligado con la tradición política española que data de finales de 1970, en la que el Rey favorece al dirigente del partido con más votos, aunque esto juega con el hecho de que quien saque más votos no tiene la mayoría en las cortes. De aquí la importancia ya mencionada de las alianzas.
Pero las coaliciones que buscan ambos partidos están siendo altamente cuestionados por el pueblo español, quien se encuentra en la situación de votar por un gobierno de centro-izquierda que ha buscado el apoyo de grupos independentistas —como el movimiento catalán y los derivados del grupo vasco separatista ETA, EH Bildu—, o por un gobierno de oposición de centro-derecha, aliados del partido ultra-conservador VOX. Con la balanza apuntando a un favorecimiento por la derecha, Horowitz (2023) señala que esto puede representar que por primera vez desde la dictadura de Franco, un partido de extrema derecha llegue al gobierno nacional si el partido conservador PP gana.
Para el PSOE, el colapso de ‘Podemos’ —partido que para Meyenberg (2017) causó un fuerte impacto social y mediático propiciando un quiebre en la lógica tradicional del reparto de poder en España entre el PSOE y el PP— ha significado la relocalización política de los votantes moderados e indecisos al espacio conservador. Por lo que se apuesta al nuevo grupo de izquierda ‘Sumar’ para compensar el desplazamiento de los votantes, y que además le abra el camino para recurrir a las alianzas con los separatistas en el Congreso (Horowitz, 2023). Pero para las facciones separatistas, el apoyo no vendrá sin transacciones y negociación. Su principal moneda de cambio de su apoyo está en la negociación para futuros referéndums por la independencia de ciertas comunidades autónomas. Es este el factor que más controversia y crítica levanta por parte de los conservadores, que concentran sus argumentos en la cercanía del PSOE con las fuerzas independentistas y las alianzas que establece con el propósito de asegurar el poder.
El estado de la democracia española
Aunque muchos factores juegan en el escenario actual español que condicionan las elecciones generales del 2023, es importante recordar que lo que observamos se ha venido desarrollando en los últimos años, respondiendo a cuestiones domésticas que van en congruencia con dinámicas más amplias. Es posible referir a los ciclos de alternancia de izquierda a derecha no sólo en Europa, sino también en Latinoamérica y Estados Unidos. Las transiciones vienen como producto del agotamiento del ciclo político con implicaciones de carácter histórico y no sólamente político, explican Marrades y Overa (2023). Posicionar el análisis en España remitirá al proceso democrático a partir de la muerte de Franco y las implicaciones de la Constitución de 1978, hecho que marca el inicio de la democracia en el país. Esta constitución se fundaba en el consenso político que se mantendría con base en la alianza entre el grueso de los sectores políticos representados por el franquismo, y aquellos grupos impulsados por las reformas políticas de la etapa desarrollista del franquismo, más el sector del nacionalismo periférico (separatistas), con espacios para los sectores de clase media, argumentan Marrades y Overa.
Este sistema de convivencia entre distintas posturas ideológicas, aunque siempre presentaron roces y evidenciaron la fragilidad del sistema, se ha visto mermada principalmente por la convivencia inestable con las facciones separatistas. Ciertamente, el extremismo de los grupos nacionalistas ha tenido un peso importante en la forma de conducir las alianzas, pues es claro que no sólo los partidos, sino el pueblo español tiene presente los hechos basados en el terrorismo perpetrados por grupos como ETA que dejaron profundas heridas en el colectivo. El incremento de la fragilidad entre alianzas a partir de este factor comenzó a ser más visible durante el gobierno de Aznar (2000-2004), donde fue evidente la técnica de las derechas por conformar campañas cuyo principal objetivo mediático fue una rígida postura en contra del nacionalismo y las fuerzas de separatismo. Esto combinado con la intención de desmantelar el Estado de Bienestar, políticas asociadas con la izquierda.

El 12 de enero de 2000, el teniente coronel Pedro Antonio Blanco García fue asesinado por la banda terrorista ETA rompiendo casi dos años de tregua. Dos días más tarde se celebró en Madrid una manifestación de Aproximadamente un millón de personas en repulsa (Fuente: César Astudillo vía Wikimedia Commons)
Conforme se adentra el siglo XXI, la crisis de representatividad fue cada vez más evidente entre la población, y también al interior de los partidos. Los centros de las facciones comenzaban a presentar aglutinaciones particulares que se movilizan políticamente a partir del entendimiento de que el amplio del partido no los representa. Esto convive con lo que Marrades y Overa describen como la erosión de los vínculos entre los partidos políticos tradicionales y los sectores de la sociedad civil, dando lugar a un progresivo derrumbe del sistema de partidos. Este sistema cada vez depende más de las alianzas a configurar, que a su vez, dependen de la preexistencia de estructuras políticas. Esto es favorable principalmente para partidos que se encontraban al margen y que son contemplados como extremistas, refiriéndonos no sólo a grupos separatistas sino también al VOX. Aunque el claro acercamiento del PP con VOX haga sonar las alarmas, se contempla la posibilidad de que la alianza implique la neutralización de las políticas rígidas por las que pugna el partido.
Encarnación (2023) señala que la democracia española sí se encuentra en un proceso de erosión, pero como lo argumentan autores como Levitsky y Ziblat (2018), este proceso no parece amenazar realmente a la democracia, mientras las dinámicas observadas —que nos hacen cuestionar el estado de la democracia— estén sustentados en la legalidad. Las instituciones son un indicador y elemento clave para observar, si no son fáciles de secuestrar o desplazar por amplias mayorías en su interior, la democracia se encuentra en un estado no perfecto, pero tampoco perdido. Si los actores políticos asumen responsabilidades y se conducen por medio de las alianzas, como se observa en el caso actual español, se puede llegar a la coexistencia digna que apunte a la resiliencia democrática, siempre contemplando el peso de otros actores clave, como es la opinión pública (Hernández, 2021).
Conclusión
Ante la muy posible próxima venida de la derecha a España, el ideal sería lograr la gobernabilidad entre ambas facciones mediante una coalición de gobierno entre el PSOE y el PP al estilo alemán. Pero esto no es factible, como lo argumenta Castañeda (2023). Lo observado en la actualidad en el caso de la democracia española no parece encontrar la próxima estabilidad política en esta posible alternancia de izquierda a derecha, y mucho menos en la confluencia entre las facciones. A pesar del desgaste del PSOE, que ha optado por reforzar el sistema de alianzas con actores separatistas como principal estrategia defensiva, el modelo político español está pasando por transformaciones de fondo, en el cual el establecimiento de alianzas altamente cuestionables para ambas facciones no está representando una solución a las presiones que preocupan al grueso del pueblo español.
Sin embargo, el panorama español denota cierta esperanza en su propia dinámica. Analizando la situación actual, la balanza política está siendo muy equilibrada, y ninguno de los dos partidos se espera que obtenga una mayoría absoluta en el Congreso de 350 escaños de España (Horowitz, 2023). Así, la característica de la democracia que busca estabilizar el poder podría verse resguardada por ahora. Por otra parte, las dinámicas democráticas que encuentran en las alianzas y coaliciones una salida al estancamiento político, sin duda requieren de ser relativizadas pues como Horowitz (2023) señala, el asunto de las coaliciones está siendo una distracción para los votantes españoles, pues el debate gira en torno a quién es amigo de quién, desplazando la atención y discusión de las políticas que proponen.
Ante la posible venida de la derecha, el pueblo español debe poner atención en las propuestas y no dejarse llevar por los discursos que posicionan a uno u otro como extremos. Feijóo no es el próximo Trump o Bolsonaro español, de hecho, se ve a sí mismo como la alternancia moderada. Es importante rescatar lo mencionado en relación a su cercanía con VOX. Aunque puede levantar importantes alarmas, es posible la neutralización que viene con su adherencia al PP, quien en su interior encuentra oposición al extremo conservadurismo.
Referencias
Agut, A. (2020). Origen y Evolución del PP y el PSOE. Universidad de Murcia. Disponible en: https://www.um.es/documents/2918258/18874504/ORAL_CCSS_INFANTE.pdf/3714133a-1ee1-4e78-8d8c-d58e5ce8de18
Castañeda, J. (2023, julio 26). OPINIÓN | En días de incertidumbre política ¿logrará España un acuerdo para un nuevo gobierno?. CNN En Español. Disponible en: https://cnnespanol.cnn.com/video/jorge-castaneda-oipinion-elecciones-espana-pp-psoe-panorama-mundial/
Encarnación, O. (2023, julio 20). Spain is going to be fine. The New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/2023/07/20/opinion/spain-election-sanchez-vox.html?searchResultPosition=1
Hernández, J. (2021). Ética pública y resiliencia democrática. ETHIKA. Public Philosophy and Democratic. (4): 149-170.
Horowitz, J. (2023, julio 23). Elecciones generales en España: las críticas giran en torno a las alianzas. The New York Times. Disponible en: https://www.nytimes.com/es/2023/07/22/espanol/espana-elecciones-generales.html
Junquera, N. (2023, julio 24). Belén Barreiro: “Las encuestas deben informar al público, no tratar de influir en la opinión pública”. El País. Disponible en: https://elpais.com/espana/elecciones-generales/2023-07-25/belen-barreiro-las-encuestas-deben-informar-al-publico-no-tratar-de-influir-en-la-opinion-publica.html
Levitsky, S., y Ziblat, D. (2018). Cómo mueren las democracias. Barcelona, España: Ariel.
Llerenas, V. (2023, julio 27). Las elecciones de España. El Economista. Disponible en: https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Las-elecciones-de-Espana-20230727-0159.html
Marrades, Á., Overa, M. (2023, mayo 30). España: Pedro Sánchez y las elecciones anticipadas. Descifrando la Guerra. Disponible en: https://www.descifrandolaguerra.es/fin-de-ciclo-politico-en-espana-pedro-sanchez-y-las-elecciones-anticipadas/
Meyenberg, Y. (2017). Disputar la democracia. El caso de Podemos en España. Nueva Época, 62(230), 221-242. ISSN-2448-492X