«Un sector de la población mexicana piensa que la fortaleza del peso, en comparación con el dólar, se debe a las acciones directas del gobierno, pero esto no es así.»
Con un incremento del 4.3% del peso frente al dólar en lo que va del año, la moneda mexicana vive uno de sus mejores momentos luego de poco más de dos años que no se veía tan fortalecido.
Son varias razones por las que el peso ha ganado terreno, la principal: las tasas de interés en México y Estados Unidos.
Cuando la inflación comenzó a dispararse, las tasas de interés comenzaron a subir en distintos países del mundo en un afán por controlarla.
La rapidez y la tendencia a la alza de las tasas de interés en México ha sido mayor que lo hecho por Estados Unidos en este sentido, lo que ha contribuido a la apreciación del peso mexicano.
La expectativa de que la Reserva Federal de EEUU no suba tanto las tasas como se esperaba, ha generado un retroceso del dólar, lo ha debilitado un poco, mientras que los mercados esperan que el Banco Central de México lleve a cabo un fuerte incremento de las tasas de interés, una expectativa que fortalece al peso.
No se puede dejar pasar por alto otros factores, como las finanzas públicas relativamente sanas de México, pero también hay factores externos que influyen, como el incremento de las remesas, el aumento en los precios del petróleo, lo que en conjunto ha generado una mayor confianza de los inversionistas hacia el peso mexicano.
Aunque hay quienes señalan que esta fortaleza es temporal, lo cierto es que el panorama mundial está teniendo mucha injerencia en los mercados, afectando de diferentes maneras a las economías del mundo, lo que dificulta las proyecciones a mediano y largo plazo.