Diseño por Código Nexus para La transformación geopolítica de Brasil_CN

Diseño por Código Nexus (fuente: Canva Pro/Palacio do Panalto/Flickr/Getty Images)

La transformación geopolítica de Brasil

Del Amazonas al Atlántico

El megaoperativo policial en Río de Janeiro es el resultado de una intensa transformación geopolítica en Brasil.

Por: Andrés Alejandro Araujo Bermúdez

Por: Andrés Alejandro Araujo Bermúdez

Tabla de contenidos

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En algunos medios, el megaoperativo policial en Río de Janeiro —llamado Operación Contención— es tratado como producto de la política personal del gobierno de figuras como Cláudio Castro, quien forma parte del Partido Liberal, fundado por Jair Bolsonaro. En otros es tratado como producto de una crisis puramente social y económica. No obstante, aunque exista un componente socioeconómico de la crisis, el trasfondo es de carácter geopolítico.

En un artículo anterior, titulado “El contexto sociopolítico brasileño”, ya habíamos escrito que Brasil atraviesa una transición cíclica socioeconómica en la que la vieja clase media agrícola está siendo reemplazada como epicentro socioeconómico del país por una clase media urbana (Araujo, 2025). Esto, en parte, es producto de una transformación social, económica y política al interior, pero también forma parte de una transformación geopolítica de gran envergadura. Conforme Brasil emerja como una gran potencia en el Cono Sur, se irá alejando del Amazonas —la base anterior de su economía y de su clase media— y se irá adentrando más en el Atlántico Sur. 

Portugal y la unidad naval

Cuando Portugal y España se dividieron el mundo a la mitad, los portugueses obtuvieron la parte oriental de Suramérica, que actualmente es Brasil. Durante este período colonial, las fuerzas mercantes y navales portuguesas crearon la fuerza gravitacional que unió a las ciudades costeras a lo largo de la costa montañosa brasileña. Estas ciudades carecían de la capacidad geográfica para expandirse y conectarse entre sí; sin embargo, la armada portuguesa las unió económica, política y militarmente. En cierto sentido, el Atlántico Sur era lo que unía a Brasil. Pero cuando el imperio colapsó y Pedro I de Brasil fracasó en mantener en pie el régimen geopolítico marcado por una estructura política centralizada y una monarquía todopoderosa, Brasil perdió el Atlántico Sur y, junto con ello, todos los lazos económicos y militares que mantenían a las ciudades brasileñas unidas.

Durante mucho tiempo, estas ciudades actuaron como ciudades-Estado, buscando satisfacer sus propios intereses económicos y políticos metropolitanos, mas no imperiales ni nacionales. Buenos Aires casi logró absorber varias ciudades en su órbita geoeconómica al controlar los ríos navegables de la cuenca del río de la Plata.

Por ende, Brasil se embarcó en una misión ambiciosa hacia el Amazonas. La única esperanza del gobierno central brasileño para mantener Brasil independiente y unido era conquistar el Amazonas y crear las bases de una economía capaz de unir al pueblo y a sus ciudades ribereñas aisladas.

Con el tiempo, los brasileños lograron crear una economía agrícola, aprovechando las conexiones entre el territorio del interior y las ciudades para consolidar una economía nacional. La cumbre de la hazaña brasileña hacia el Amazonas fue la fundación de su nueva capital: Brasilia. El petróleo también fue importante, pero solo durante la segunda mitad del siglo XX. Esto incluso ayudaría a Brasil a crear su propia órbita geoeconómica, arrebatándoles a los argentinos sus satélites económicos: Uruguay y Paraguay. 

Sin embargo, ahora Brasil está volteando hacia el Atlántico Sur. Ya no puede continuar con su expansión hacia el Amazonas. Su nueva economía, construida a base de la agrícola, ahora es más dependiente del comercio internacional, ya sea a través de la exportación de materia prima o a través de nuevas formas de economías, como la economía digital. Por ello, Brasil necesita consolidar un control absoluto de las ciudades, algo derivado de su cambio de enfoque geopolítico y económico.

Oficiales de la policía de Río de Janeiro durante el megaoperativo en la ciudad el 28 de octubre (crédito: Policía de Río de Janeiro).

Favelas y la vieja clase socioeconómica

Es aquí donde surge la crisis actual en Brasil. Por un lado, Brasil se encuentra en la lucha entre una vieja clase socioeconómica agraria y una nueva clase urbana. Jair Bolsonaro representaba esta vieja clase agraria; su objetivo de regresar al Amazonas y continuar con el viejo modelo era un ejemplo de ello. Lula da Sila, por su parte, representa a la nueva clase urbana. Esto, por sí solo, generó fricción que afectó a todo el sistema político nacional, pero las nuevas clases socioeconómicas e institucionales han empezado a tomar el poder con mayor firmeza.

Por otro lado, Brasil enfrenta un problema similar al de la mayor parte de Iberoamérica en materia de organizaciones criminales. El haber perdido el aparato de seguridad del viejo régimen autoritario fue devastador, en especial porque no se pudo construir rápidamente un sucesor. Con el vacío de poder, las organizaciones criminales comenzaron a expandirse y se convirtieron en poderosos actores económicos, dominando las favelas militar, social y económicamente, retando a gobiernos locales y al nacional.

Estas organizaciones también han evolucionado, volviéndose más sofisticadas operativamente y diversificando sus fuentes de ingresos y sus capacidades paramilitares. El combate en Río de Janeiro en donde “los narcotraficantes respondieron lanzando granadas desde drones, disparando con rifles de alto poder capaces de derribar helicópteros y bloqueando el paso con barricadas formadas por autobuses secuestrados” es un ejemplo de esta evolución organizacional (Zuppello, 2025). Es decir, las organizaciones brasileñas han alcanzado el nivel operativo de las mexicanas.

Anteriormente dominado por oligarcas, el país necesita continuar construyendo un gobierno central fuerte y una sólida clase media. Esto lo hizo primero al expandirse hacia el Amazonas y al ayudar a algunas familias agrícolas pequeñas a establecerse en la zona. Ahora lo ha estado haciendo en los centros urbanos ribereños mediante programas estatales de bienestar y otras políticas orientadas a mejorar el estatus socioeconómico de los brasileños. 

En cierto modo, el último obstáculo para que Brasil logre crear una gran clase media y controlar las ciudades es el poder de las organizaciones criminales. Si Brasil busca proyectar poder en el Atlántico Sur, necesitará controlar las favelas en todos los ámbitos. Cualquier intervención económica en las favelas resultará inútil si organizaciones como el Comando Vermelho continúan operando como lo hacen actualmente, en especial debido a su poder económico y su poder de fuego.

Eventualmente, se requerirá una respuesta multifacética para resolver los problemas socioeconómicos y de infraestructura, así como los retos de inseguridad. Precisamente como ha sido el caso en toda la historia iberoamericana, esta respuesta involucrará una dimensión armada significativa.

Las presiones son demasiadas; la población exige una respuesta a la inseguridad y existen fuerzas políticas como el gobernador Cláudio Castro que estarán actuando en base a esas demandas. Tanto los gobiernos locales y estatales como la población misma recienten demasiado la crisis y responderán continuamente a la inseguridad. Sin la supervisión, el control o el apoyo del gobierno federal, como sucedió con la Operación Contención, será difícil asegurarse de que todos los esfuerzos tengan un resultado positivo o alcancen algún logro largoplacista (Zuppello, 2025). En parte, la solución recaerá en que las fricciones entre ambas clases socioeconómicas —que pudieron haber repercutido en la falta de apoyo del gobierno federal a la megaoperación policial en Río de Janeiro— terminen.

Brasil y el Atlántico

Finalmente, Brasil tendrá que asegurar sus ciudades y forzar a las organizaciones criminales a regresar a su estatus puramente delictivo, algo que sea manejable para las fuerzas policiales locales. Solo así podrá el país proyectar, de forma segura, poder en el Atlántico Sur.

El Cono Sur se irá cerrando al predominio brasileño con el tiempo y el resurgimiento de Argentina podría crear un bloque anti-Brasilia en la cuenca. La única opción, en términos geopolíticos y económicos, que tendrá Brasil, como fue el caso en los últimos dos siglos, cuando tuvo que adentrarse en el Amazonas, será adentrarse en el este, hacia los océanos.

Araujo, A. A. (2025, 15 septiembre). El contexto sociopolítico brasileño: La lucha de una transición. Código Nexus. https://codigonexus.com/el-contexto-sociopolitico-brasileno/

Zuppelle, M. (2025, 28 octubre). El combate de Río de Janeiro contra el Comando Vermelho muestra la expansión del grupo criminal brasileño a nivel nacional. Infobae. https://www.infobae.com/america/america-latina/2025/10/28/la-guerra-de-rio-de-janeiro-contra-el-comando-vermelho-muestra-la-expansion-del-grupo-criminal-brasileno-a-nivel-nacional/

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