Durante gran parte de los últimos 200 años, Argentina fue la principal potencia dominante en el Cono Sur. Su posición geoestratégica en el río de la Plata y su dominio político y económico de la cuenca le otorgaron una posición privilegiada frente a sus vecinos. Con el tiempo, Argentina convirtió a Paraguay y a Uruguay en Estados económicos satélite. Inclusive, llegó a estar cerca de consolidar una considerable influencia geoeconómica sobre Brasil. Pero la situación ha cambiado profundamente y ha afectado el equilibrio de poder regional.
Las transformaciones en el contexto geopolítico regional se han consolidado en las últimas tres décadas y en gran medida han estado determinadas por el ascenso de Brasil como potencia regional dominante. Esto ha llevado a cambios drásticos en el comportamiento de ambas potencias. El problema es que han estado ligados a procesos sociopolíticos e ideológicos, especialmente a los objetivos de dos de sus mandatarios más notables: Luiz Inácio Lula da Silva y Javier Milei, respectivamente.
Pero la respuesta recae en analizar el panorama geopolítico del Cono Sur y comprender cómo este determinó en gran medida el comportamiento exterior y las relaciones de Brasil y Argentina con las potencias mundiales, específicamente el Reino Unido y Estados Unidos. Para así tener una imagen más clara de cómo y por qué se han desarrollado los cambios en la política exterior tanto de Buenos Aires como de Brasilia en las últimas décadas.
Recuento histórico geopolítico: Estrategia de Equilibrio Regional
Cuando el Reino Unido se conformó como una gran potencia de calibre internacional posterior al año 1700, más específicamente después de la década de 1750, decidió optar por una gran estrategia geopolítica global centrada en el dominio marítimo internacional y en el equilibrio regional en diferentes partes del mundo. Siempre buscaba crear contrapesos para evitar que una sola potencia pudiera dominar una región y luego invertir recursos en crear una armada que pudiera retar el predominio naval británico. La prioridad de crear equilibrios geopolíticos también llevó a que viera como favorable la existencia independiente de países como Etiopía y Tailandia (en ese entonces Siam), que creaban zonas “tapón” entre sus colonias y las de Francia u otras potencias imperiales europeas.
Mientras tanto, en el caso de Suramérica, esta política se tradujo en el apoyo al país geográficamente más desfavorecido en el Cono Sur para así contener a la potencia que podría consolidarse como hegemónica localmente: Brasil era el menos favorecido, mientras que debía contenerse a Argentina. Buenos Aires había logrado consolidar una economía mucho más robusta y era la principal potencia militar terrestre en la región. Brasil, por su parte, estaba en una posición más endeble debido a que el contexto geográfico y topográfico no permitía la fácil conexión entre sus diversas ciudades. La armada y la flota comercial portuguesa habían ayudado a Brasil a mantenerse como una entidad unida; en otras palabras, fue por la vía marítima que el territorio portugués-brasileño imperial se mantuvo unido. Pero para la segunda mitad del siglo XIX esto ya no fue una posibilidad: la única alternativa era adentrarse en el interior y construir su propia zona económica para evitar que Argentina consumiera a Brasil geoeconómicamente.
Esta situación geopolítica no cambió durante la primera mitad del siglo XX. Por ende, debido a que Estados Unidos, al volverse una potencia marítima mundial, adoptó esta acertada estrategia geopolítica británica, hubo un mayor acercamiento entre Brasil y Washington, y una rivalidad que en ocasiones ha sido hostil, pero la mayoría de las veces pasiva, con Argentina. Además, por esta razón Argentina no pudo beneficiarse del Plan Marshall a diferencia de Brasil, que sí logró hacerlo. Buenos Aires buscó alinearse entonces con las potencias del Eje, algo posible dada la ideología y la estructura cultural de la sociedad argentina, ya que esto no se replicó respecto a la Unión Soviética. Esto también pudo haber sido el resultado del desarrollo del ciclo socioeconómico argentino, analizado en el artículo de Código Nexus titulado: ‘Comprendiendo el fenómeno “libertario” argentino’ (Araujo, 2025).
No obstante, para finales del siglo XX Argentina entró en profundas crisis que dañaron su psique social, deterioraron su economía y destruyeron su poder militar (Araujo, 2025). Mientras tanto, Brasil invirtió recursos y tiempo en su expansión hacia las Amazonas y trabajó en crear una identidad nacional, proceso que le fue mucho más difícil que para Argentina, pero tuvo mejores resultados (Araujo, 2024). Para finales del siglo XX, Brasil había logrado revertir el contexto geopolítico totalmente a su favor. Ese esfuerzo, sin embargo, no fue único de los brasileños. En parte, este cambio geopolítico se debió a dos factores: la decadencia argentina y la presión extranjera para imponer el equilibrio regional.
Por un lado, durante el siglo XX, Argentina había sido excluida de la economía mundial, lo que aprovechó Brasil para desarrollar su industria e infraestructura. Así se convertiría en la principal economía regional y así le “arrebató” sus satélites económicos a Buenos Aires. Asimismo, el daño que le causó al país la junta militar y la derrota en las Malvinas fueron los catalizadores para que Argentina aceptara su derrota frente a Brasil (Araujo, 2025). Una de las razones por las que Argentina invadió las Malvinas fue porque con el tiempo se convencieron –finalizando así un debate importante en la junta argentina– de que Estados Unidos apoyaría la invasión militar argentina, pero eso fue un grave error al interpretar el panorama geopolítico, dicho error terminó en su derrota. En cierta forma, Mercosur no habría existido de no haber sido por la derrota militar argentina en 1982.

El presidente de la República de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una declaración a la prensa en la cumbre del BRICS+ en Río de Janeiro, el 7 de julio de 2025 (crédito: Ricardo Stuckert vía Palácio do Planalto).
El giro geopolítico de 180º grados
30 años después del cambio –que se consolidó con Mercosur en 1991–, Argentina es la potencia desfavorecida y Brasil la principal potencia, con la oportunidad y los recursos para desarrollar un poder naval y proyectar poder al Atlántico Sur. Esta transformación geopolítica regional empezó a sentar las bases para un cambio en la estrategia estadounidense: contener a Brasil utilizando a Argentina como contrapeso (Friedman, 2011/2012).
Incidentalmente, esto también llevó a un cambio dentro de Argentina y Brasil. Anteriormente, la geopolítica regional encaminó a ambas potencias a tener relaciones específicas respecto a la potencia marítima internacional dominante. Brasil tuvo un mayor acercamiento con el Reino Unido y Estados Unidos, mientras que Argentina desarrolló un sentimiento nacionalista antibritánico y pese al acercamiento con Estados Unidos siempre existió desconfianza o incertidumbre. Pero como cualquier contexto social y político son producto del geopolítico, esto iba a cambiar profundamente.
Por ahora, el cambio en la perspectiva suramericana ha estado ligado casi estrictamente a determinantes ideológicas de los principales liderazgos nacionales. Por un lado, se encuentra Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, cuyos puntos de vista ideológicos han posicionado a su país como potencia en contra del statu quo internacional y en ocasiones incluso más cerca de China. Algunos especialistas, como el sociólogo estadounidense, Immanuel Wallerstein, han posicionado al gigante suramericano como una potencia semiperiférica; otros han descrito a Brasil como un “centro contrahegemónico”, es decir, en contra de Estados Unidos y su orden económico mundial (Gil & García, 2023).
Negreiros y Shively (2022), por ejemplo, describieron a Lula da Silva como “un izquierdista reconocido” cuya política exterior tenía el objetivo de “ganar más independencia de los gobiernos del Norte Global [es decir, Estados Unidos y Europa Occidental], fomentar la cooperación en el Sur Global y reorientar las estructuras de poder global”. La integración de Brasil al grupo de los BRICS (asociación que funge como foro económico y político internacional desde su fundación en 2009), formó parte de este reacomodo que se percibe como ideológico de izquierda porque Lula da Silva pertenece al Partido del Trabajo de Brasil.
Por su parte, el más reciente reacomodo intenso dentro de Argentina se ha dado por Javier Milei tras su llegada al poder en 2023. Durante su campaña electoral, Milei se promocionó como un anarcocapitalista, específicamente un libertario. Por ende, los choques que ha tenido su gobierno con el Mercosur y el acercamiento comercial, económico y financiero que ha buscado con Estados Unidos, han sido ligados a su posicionamiento ideológico, económico y sociopolítico. Esta perspectiva ha sido reforzada por el acercamiento personal o ideológico de Milei con figuras reconocidas como Donald Trump, Elon Musk y Giorgia Meloni. Aunque cabe mencionar que los liberales argentinos como Mauricio Macri ya habían comenzado el acercamiento económico con Estados Unidos.
Por un tiempo, la llegada de Jair Messias Bolsonaro al poder también reforzó esta perspectiva ideológica. Entre 2018 y 2023, la política exterior de Bolsonaro contrastaba con la de Lula porque priorizaba una postura enfocada hacia adentro, un reacercamiento con Estados Unidos y un abandono de lo que muchos consideran el liderazgo brasileño en el Sur Global (Negreiros & Shively, 2022; Buarque, s. f.). Su política exterior fue, según Buarque (s. f.), “interpretada como un distanciamiento del percibido antiamericanismo y la hostilidad hacia la hegemonía de Estados Unidos en la región, especialmente durante las administraciones del Partido del Trabajo”.
Estos contrastes en la política exterior de diversos mandatarios —incluso los reveses de Bolsonaro respecto a la relación con Estados Unidos— dieron la impresión de que los aspectos ideológicos y los objetivos de los líderes determinaban la actuación de un país, como lo proponen Negreiros y Shively (2022) y Buarque (s. f.). Pero estos cambios cargados de elementos ideológicos decorativos han sido en realidad una manifestación del reacomodo geopolítico regional. Los mandatarios y su política exterior son reflejo de lo que está sucediendo geopolíticamente y forman parte de un proceso repleto de contradicciones, reveses y reformas progresivas, pero paulatinas.
Implicaciones de los cambios de rumbo
Conforme Brasil se va consolidando como la potencia dominante, se volverá un interés estratégico estadounidense contenerlo. Washington buscará cambiar su relación con Argentina para evitar que Brasilia comience a proyectar poder en el sur del Atlántico. El cambio en las relaciones bilaterales entre Buenos Aires y Londres también forma parte de este cambio geopolítico sistémico.
En un artículo, The Economist (2025) habla sobre el diálogo entre el Reino Unido y Argentina y las posibilidades de un cambio en las relaciones bilaterales, escribe: “ahora una mezcla de factores, incluyendo la inusual perspectiva del Sr. Milei sobre las islas [Malvinas] y entusiasmo americano por modernizar las fuerzas armadas de Argentina, han creado una apertura para un nuevo reacomodo estratégico en el Atlántico Sur”.
El entusiasmo del que escribe The Economist (2025) por parte de los estadounidenses se antepone a la postura de Washington durante el siglo XX. Cambia por completo el comportamiento entre Argentina y Estados Unidos. Lo cual también se manifiesta como un contraste respecto al cambio de las relaciones entre Brasil y Estados Unidos.
Conforme Argentina se recupere económicamente de lo sucedido el siglo pasado y comience a sanar su traumática experiencia militarista de la segunda mitad del siglo XX, empezará a movilizarse para cambiar la relación entre la sociedad y el ejército, así como su relación con Estados Unidos. Brasil también buscará alejarse del país del norte en un sentido estratégico que buscará sentar las bases para romper con el cerco político-económico que perjudicó a Argentina en los siglos anteriores.
Esto es lo que ha llevado a Brasil a buscar la formación de “un marco multilateral para el orden económico mundial y [al hecho de que] fuertemente aboga por el uso de monedas locales para el comercio global. [Que se encuentra en] contraste absoluto con EE. UU., que quiere preservar el estatus del dólar en el precio de la materia prima y comercio internacional”, algo que precisamente ha contribuido a las disputas arancelarias entre Brasilia y Washington (Fedirka, 2025).
Brasil tendrá que buscar alternativas para evitar el estancamiento argentino del siglo pasado. Los problemas que se le avecinan pueden observarse con base en su actual disputa comercial con Estados Unidos, por las amenazas de aranceles y el distanciamiento entre ambos gobiernos en varios temas. Mientras tanto, Argentina tendrá que reevaluar su posición en el escenario internacional y recapitular seriamente su relación con Washington y Londres. Estos cambios no serán revolucionarios y no serán continuos. Como cualquier transición de tal magnitud, habrá progreso hacia el cambio y también reveses por un tiempo, hasta que la nueva realidad tanto sociopolítica —a nivel doméstico— como geopolítica —a nivel externo— se materialicen.
Referencias
Araujo, A. A. (2024, 29 octubre). Brasil como potencia media emergente: Comprendiendo al gigante sudamericano. Código Nexus. https://codigonexus.com/brasil-como-potencia-media-emergente/#elementor-toc__heading-anchor-0
Araujo, A. A. (2025, 27 enero). Comprendiendo el fenómeno “libertario” argentino: ¿Cambió de rumbo en Argentina?. Código Nexus. https://codigonexus.com/comprendiendo-el-fenomeno-libertario-argentino/
Buarque, D. (s. f.). The decline of Brazil’s foreign policy and international status under Bolsonaro. The Loop. https://theloop.ecpr.eu/the-decline-of-brazils-foreign-policy-and-international-status-under-bolsonaro/
Fedirka, A. (2025, 8 agosto). What Tariffs Mean for Brazil. Geopolitical Futures. https://geopoliticalfutures.com/what-tariffs-mean-for-brazil/
Friedman, G. (2012). La próxima década: Imperio, República y un Mundo Cambiando. Nueva York, Estados Unidos: Anchor Books. (Obra original publicada 2011)
Gil, A. & García, C. (2023, 13 febrero). La teoría del centro-periferia. El Orden Mundial. https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/la-teoria-del-centro-periferia/
The Economist. (2025, 6 julio). Inside the secret military dialogue between Britain and Argentina. The Economist. https://www.economist.com/the-americas/2025/07/06/inside-the-secret-military-dialogue-between-britain-and-argentina
Negreiros, M. & Shively, J. (2022, 28 noviembre). New Directions for Brazil’s Foreign Policy Ambitions. Institute of International Economic Law. https://www.law.georgetown.edu/iiel/research/publication-opportunities/iiel-blog/new-directions-for-brazils-foreign-policy-ambitions-2/