Existen temores del posible inicio de una guerra de gran escala por las tensiones geopolíticas en Asia Pacífico y la retórica promulgada por el gobierno chino.
Todos, desde gobiernos, centros de estudios (think-tanks), institutos académicos y revistas, temen que China inicie un conflicto armado en Asia Pacífico para tomar Taiwán y asegurar el dominio geopolítico de la región, para volverse así en una hegemonía regional. Con la carrera armamentista en la región, en la cual China juega un papel importante, junto con la retórica política y diplomática de Pekín, aunado a los ejercicios militares y los vuelos de aeronaves chinas en el espacio de identificación de defensa aérea de Taiwán (ADIZ por sus siglas en inglés) los temores se entienden. Más no significa que estén necesariamente fomentados en una realidad geopolítica.
Estados Unidos y China no están encaminados a una guerra en Asia Pacífico debido a varios elementos. Comparar la situación de Taiwán con Ucrania no es algo apto desde una perspectiva geopolítica, la invasión rusa se está dando en un contexto diferente al que se encuentra China y la amenaza percibida por Washington y sus aliados es diferente. Rusia y China también son países que se encuentran en situaciones geopolíticas muy diferentes, por ende, las situaciones que se desarrollarán serán muy distintas.
Capacidades de China
Primeramente es importante reconocer que la cantidad no significa nada si no se puede traducir a una verdadera calidad significativa. Numéricamente, Rusia es un gigante en comparación con Ucrania, sin embargo, su ejército y sus cuerpos de inteligencia no pudieron traducir esa fuerza en papel a la práctica en el campo de batalla ucraniano. China puede contar con millones de soldados, pero estos se enfrentarían a ejércitos bien entrenados con armamento avanzado.
Históricamente China nunca ha llevado una operación militar ofensiva de gran escala (como la que sería necesaria para tomar Taiwán) como tal, todos los conflictos armados que ha iniciado o en los que ha intervenido, como su invasión de Vietnam en 1979 o la Guerra de Corea en 1950, sólo lo pudo lograr por estar unida y estable políticamente. Sin embargo, cuando China se encontraba dividida, débil, vulnerable o inestable está era víctima de ofensivas militares extranjeras, desde potencias vecinas como Rusia y Japón hasta potencias más lejanas, como Estados Unidos y Gran Bretaña.
El ejército chino tampoco cuenta con la capacidad naval para enfrentarse a sus adversarios, ya sea Japón o Estados Unidos. El país solamente cuenta con tres portaaviones y unos cuantos buques de asalto anfibio. Esto no es suficiente para que el país se pueda apoderarse de Taiwán. El desarrollo militar chino ha sido puramente defensivo. Las islas militares en el Mar Meridional Chino, su flota y sus capacidades balísticas, todas están más guiadas a ayudar al país a poder defenderse, no operar de manera ofensiva. Las fuerzas armadas del gigante asiático tienen la capacidad de atacar a otros países en la región asiática, más no tienen la capacidad de invadir y tomar el control de los mismos.
Es importante comprender que tan bien se pueden implementar las capacidades balísticas de un país, ya que, como se ha visto en Ucrania, esto puede ser bastante limitado. Rusia, con una mayor capacidad armamentística que Ucrania, no pudo evitar que la contraofensiva ucraniana tuviera éxito en retomar importantes ciudades, como Jersón. Es decir, el ejército ruso no bombardeó sin piedad a las fuerzas ucranianas avanzando hacia sus tropas y posiciones.
La geografía tampoco ayuda mucho a China y el aprovechamiento que han estado cosechando sus adversarios es significativo. Japón ya ha militarizado cuantiosas islas en el Pacífico y cuenta con una unidad de marina y tanquetas diseñadas para retomar las islas o reforzar sus defensas. Las islas servirían para atacar a las fuerzas chinas y como puntos de suministro para fuerzas aliadas. Invadir Taiwán también sería difícil por sí solo, el país solamente cuenta con pocos kilómetros de playa y es altamente montañoso. Eso sin mencionar que los kilómetros que tendrían que recorrer las tropas que participarían en la invasión anfibia, son altamente peligrosos debido a que podrían sufrir ataques en su traslado.
Invadir cualquier otro país también presentaría sus retos para el ejército chino. Al sur, invadir Vietnam se complicaría por las montañas y junglas por las que el paso de tanques y tropas se dificultaría considerablemente y vulneraría a las tropas chinas ante tácticas de guerrilla del ejército vietnamita o, incluso, las estrategias convencionales del ejército vietnamita.
Sumado a esto invadir cualquier país vecino no conllevaría la misma respuesta que la invasión rusa de Ucrania. Desde Corea del Sur hasta Vietnam y las Filipinas, incluso Australia, cuentan con un escudo geopolítico de facto, cualquier invasión de estos países llevaría a más invasiones a largo plazo y sería arriesgarse a que una hipotética victoria china fortalecería al país para futuras campañas militares. Esto significa que una invasión de estos países al igual que muchos otros llevaría a una respuesta militar de los demás.
La fuerza militar de China no solamente está restringida por cuestiones militares o geográficas, sino también por hechos económicos y políticos (ambos internos). En primer lugar, el país se encuentra en los indicios de lo que será una creciente división entre los intereses de las regiones costeras y las de Pekín. Sumado a esto, las crisis energética, climática, alimentaria, inmobiliaria, financiera y económica que está experimentando el país junto con su desacelerado crecimiento económico limitan mucho el actuar del gobierno. Económicamente, China depende gravemente de Occidente y varios otros países como Japón o Vietnam y sus vías marítimas pueden ser fácilmente bloqueadas en lugares como el estrecho de Malaca. Si China estuviera sujeta al mismo grado de sanciones que Rusia, el país entraría en una tremenda crisis económica y política peor de la que se encuentra actualmente o a la que se enfrentará este año. No obstante, los lazos económicos y la interdependencia no necesariamente eliminan la posibilidad de un conflicto armado, pero la estructura de la economía china y sus problemas internos refuerzan el impacto que tendría una crisis económica en la estabilidad nacional y la legitimidad del gobierno chino, que en caso de una guerra sería desastroso para Pekín.
Estos elementos dividen profundamente a Pekín y limitan el actuar del gobierno chino. Precisamente el país no ha invadido Taiwán por estas múltiples razones. De hacerlo, se enfrentaría a una fuerte división política interna y el gobierno se enfrentaría a protestas ante cualquier retroceso o fracaso militar (sin mencionar las protestas por los malestares socioeconómicos). De igual manera, estaría atacando a sus consumidores, que económicamente tampoco sería bueno para el país. El Ejército Popular de Liberación de China (EPLC) cuenta con competitividades defensivas más no ofensivas. Militarizar las islas en el Mar Meridional Chino no sirve para invadir Vietnam o las Filipinas, sino para defender las rutas marítimas de China. Sus crecientes capacidades balísticas y navales están más diseñadas para combatir de manera defensiva, la fuerza naval de China no puede operar fuera de la protección de sus sistemas de misiles. Todos los cambios y las decisiones de Pekín son con propósitos defensivos no ofensivos. Al igual que la invasión rusa de Ucrania fue una decisión de contraofensiva, ante el temor de lo que podría suceder dentro de 20, 30, 40 o 50 años, sino es que tan solo en 5 o 10. Moscú y Pekín están a la defensiva y sus alianzas también lo demuestran.
Los aliados de China
Visto lo anterior, China no es un país que cuente con una alianza formidable. Su relación con Rusia es táctica más no estratégica. La ruptura sino-soviética que se dio con el acercamiento económico entre China y Estados Unidos y las diferentes estrategias implementadas en Indochina y los constantes choques históricos entre ambos países son una muestra de la fragilidad de su relación. De ahí el poco apoyo diplomático de China a Rusia en la crisis ucraniana. Por esta misma razón es que expertos, como John J. Mearsheimer, alegaban a favor de que Estados Unidos fortaleciera su relación con Rusia para contrarrestar a China, copiando así la estrategia implementada en los 70s en la que Estados Unidos usó a China para contrarrestar a la Unión Soviética. En cuanto a otros países, China solamente cuenta con dos aliados: Pakistán y Corea del Norte.
Sin embargo, Pakistán es un país limitado por su geografía tanto física como política. El país se enfrenta a una tremenda crisis climática y política. Las tensiones entre Pakistán y Afganistán, con la llegada del Talibán al poder, solo han empeorado con varios enfrentamientos fronterizos. Mientras que Corea del Norte, aunque cuenta con una capacidad militar relevante en papel, el país se enfrenta a muchos problemas internos, tanto económicos y alimentarios como políticos. Incluso los soldados norcoreanos son menores en estatura a sus contrapartes surcoreanas por la malnutrición sufrida en el país (Knight, párr. 8-14, 2012). Norcorea cuenta con muy buenas capacidades de artillería y con unas formidables fuerzas especiales, con experiencia en conflictos como la Guerra Civil Siria, pero Corea del Sur y sus aliados, como Estados Unidos y Japón, podrían hacer frente al país en la península.
En realidad, Corea del Norte es más una carga para el gobierno chino que una ficha estratégica, simplemente sirve como un estado tapón entre China y los Estados Unidos y sus aliados. La existencia y la estabilidad política de Corea del Norte dependen, prácticamente en su totalidad, de Pekín. Mientras que la alianza de Estados Unidos es mucho más formidable. Japón, India, Corea del Sur, Vietnam, Indonesia, Australia y Estados Unidos en conjunto forman un bloque económico y militar más fuerte que China y su alianza con Corea del Norte y Pakistán. Incluso los países de la alianza estadounidense están mejor posicionados para cooperar y apoyarse mutuamente que los de la alianza china.
Si decidiera iniciar una guerra, China se enfrentaría a una con múltiples frentes. Mientras que la capacidad logística y naval de Estados Unidos y sus aliados podrá facilitar el traslado de cualquier cantidad de tropas que sean necesarias a los frentes, China solamente podría contar con el apoyo directo en Asia Pacífico de Corea del Norte, si es que este país viera viable trasladar tropas fuera de la península coreana.
Aún si Rusia fuera a cooperar y apoyara al igual que otros países, como Irán, estos se enfrentarían a numerosos obstáculos importantes. Es por ello que Rusia y China son incapaces, por razones geográficas, logísticas y de objetivos estratégicos, de apoyarse militarmente. Rusia ya se enfrenta con una plétora de problemas en Ucrania y una guerra en el Pacífico solamente dispararía las carreras armamentistas y las políticas de defensa de incontables gobiernos, tanto en los países nórdicos como Polonia o Turquía, al igual que el resto de Europa occidental.
El temor de una ofensiva militar rusa o ataques rusos a nivel continental se multiplicarían. Rusia, por ende, se encontraría atascada en una guerra con la OTAN en Europa, específicamente con Polonia y Turquía, quienes recibirían apoyo económico y algo de apoyo militar de Francia y Alemania, países en los cuales las posturas respecto a Rusia y la crisis cambiarían drásticamente. Irán tampoco se encontraría en un ambiente favorable. El país se enfrentaría a Israel, Turquía y a cualquier otro país, como Egipto, que buscarían intervenir a favor de sus aliados, como Arabia Saudita o los Estados Unidos. El país iraní estaría limitado a luchar en su propia región.
Todos estos países, desde Rusia e Irán hasta China, Corea del Norte y Pakistán, son países cuyas aptitudes militares se limitan a estrategias defensivas y no ofensivas. Es por esto que se alega en contra de que Estados Unidos inicie una guerra ofensiva en contra de estos países, debido al alto costo económico y militar que conllevaría. Al mismo tiempo esto significa que estos países tampoco podrían iniciar un conflicto armado con Estados Unidos o un país aliado del mismo. Sus capacidades defensivas se verían limitadas o nulas en alguna operación militar ofensiva.
La realidad militar y geopolítica
Prácticamente, todo apunta a que China estaría cometiendo suicidio si fuera a iniciar una guerra con Estados Unidos y su alianza. Los lazos que pueda haber entre la supuesta alianza entre Irán, China y Rusia, se limitan al actuar diplomático de Estados Unidos. Ninguno de los países tiene la capacidad para apoyarse en un hipotético conflicto mundial. Eso no quita que estos países pudiesen verse al borde de la victoria en cualquier ofensiva, por lo menos a principios de un hipotético conflicto bélico. Por sus capacidades balísticas y cibernéticas entre otras, pero es importante reconocer que Japón y Alemania estaban en la cúspide de su poder en 1941, ambos dominaban sus continentes. Sin embargo, Estados Unidos, respaldado por una alianza mundial mucho mayor a la de las potencias del Eje, logró derrotarlos a largo plazo. Estados Unidos derroto a Alemania y a Japón gracias no solo a sus recursos y su demografía, sino gracias al apoyo que el Imperio británico, Latinoamérica y cuantiosas otras naciones le prestaron, el país simplemente fue la punta de la daga que apuñalo y destruyo al Imperio japones y a la Alemania Nazi.
La realidad geopolítica en la que se encontrarían diversos países como resultado de una invasión anfibia china de Taiwán los forzaría a unirse a los Estados Unidos y a su alianza, aunque su actual retórica política y diplomática pueda dar a entender lo contrario. Es crucial poder entender el realpolitik en el que cada país se encuentra y comprender sus intereses fundamentales y separarlos de ideología y deseos. China, Rusia y cualquier país que los fuera a apoyar, estarían destinados a la derrota a largo plazo y la potencia marítima, reforzada por una alianza numéricamente superior, nuevamente derrotaría a las potencias terrestres del corazón continental. El poder de Estados Unidos, en gran medida, reside en sus alianzas y el apoyo de sus aliados. Puede que China, actualmente, derrote a cualquier ejército que intente adentrarse en su zona de influencia o territorio, pero es incapaz de ganar una guerra ofensiva.
No se puede eliminar por completo la probabilidad de que se inicie un conflicto, pero esta es muy baja y no la suficiente como para que geopolíticamente se fuese a iniciar un conflicto bélico en la región, a diferencia del caso de Europa oriental.
Referencias:
Knight, R. (2012, 23 abril). Are North Koreans really three inches shorter than South Koreans? BBC News. Recuperado 29 de diciembre de 2022, de https://www.bbc.com/news/magazine-17774210