15.06.2024 - Presidente da República, Luiz Inácio Lula da Silva, durante Entrevista coletiva à imprensa, no Hotel Scoglio degli Achei. Carovigno – Itália

Foto: Ricardo Stuckert / PR

El presidente de la República de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante una conferencia de prensa en el hotel Scoglio degli Acho en Carovigno, Italia durante la 50° cumbre del Grupo de los 7 (Crédito: Ricardo Stuckert/Palácio do Planalto)

La gobernanza internacional no está a la altura de la geopolítica actual 

Brasil da continuidad al posicionamiento del Sur Global

Este año, el presidente brasileño, Lula da Silva, criticó la actual estructura política y económica internacionales, presentando una visión alternativa desde el Sur Global.

Por: Ana Silvia Orduña y José Enrique Aguirre

Por: Ana Silvia Orduña y José Enrique Aguirre

Tabla de contenidos

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Brasil se ha logrado posicionar como un líder regional de importante peso económico en la región latinoamericana con importantes alianzas frente a otras potencias regionales. Se suele pensar que el fortalecimiento económico trae consigo el crecimiento del músculo político. Sin embargo, el tomar la responsabilidad de ostentar un peso político que trascienda las fronteras domésticas para buscar influir en las dinámicas globales, es una decisión sensible a los liderazgos en turno. Con la actual administración brasileña a cargo de Lula da Silva, se observa la intención de dar continuidad a Brasil como relevante fuerza no sólo económica, sino política y diplomática en un contexto internacional de importantes contrastes, desafíos y oportunidades. Unos heredados, y otros emergentes que tensionan a los diversos actores internacionales frente a lo desconocido. Una preocupación compartida en este escenario continúa siendo las brechas de desigualdad entre los países, que se profundizan cuando en el tablero juegan entes privados y organismos internacionales. El pasado junio 2024 precisamente resultó ser un mes que ha visto importante dinamismo en el plano internacional, observándose en Brasil un importante actuar que merece ser observado.  

Participación en la cumbre del G7 

Del pasado 13 al 15 de junio se dio la reunión de líderes del G7 con sede en Apulia, Italia. El G7 es la asociación y foro político que tiene como objetivo la coordinación entre siete economías industrializadas en materia de política y economía internacional, seguridad, entre otros ámbitos. Está conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. En esta ocasión, se contó con la participación del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen para representar a la Unión Europea. El foro y sus sesiones de trabajo contaron con la participación de socios internacionales de once países y cinco organizaciones internacionales. Las cuestiones a tratar en esta ocasión duraron en torno: a África, el cambio climático y el desarrollo; la situación en Oriente Próximo; la guerra de Ucrania; la migración; la región del Indo-Pacífico; la seguridad económica; y la inteligencia artificial (Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea, 2024). 

Entre los representantes de los socios internacionales del G7, Lula da Silva participó representando a Brasil el 14 de junio. Se dice que la ‘cuota latinoamericana’ fue cubierta por su participación, así como la de Javier Milei, presidente de Argentina. Resulta interesante la invitación por parte de la presidencia italiana hacia estos dos países latinoamericanos en un contexto de buenas relaciones enmarcadas en las discrepancias hacia el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y el MERCOSUR. Tanto Brasil y Argentina representan un peso político relevante en la proyección regional. Con la administración de Lula da Silva, Brasil ha buscado retomar el liderazgo de izquierda latinoamericana, dando continuidad a su agenda que representa también a los países en desarrollo con gobiernos de dicha tendencia ideológica. La administración actual de Argentina con Javier Milei se posiciona desde otra trinchera, la derecha latinoamericana. 

Lula da Silva presentó su discurso el 14 de junio durante el segmento de compromiso externo de la Cumbre. El posicionamiento que toma como líder de un país en desarrollo se encamina a señalar cómo se viven los grandes retos observados en la presente década, los cuales se reflejan en las temáticas de la Cumbre mencionadas previamente, desde las experiencias del Sur Global, países en vías de desarrolló. Buscó dar continuidad al trabajo y las discusiones que se llevan a cabo desde el G20, siendo un punto principal la crítica al sistema de tributación internacional actual, el cual continúa profundizando los lazos de dependencia de la mano con las brechas de desigualdad. Retomando a la región africana como tema central en la Cumbre, señaló que, a consecuencia del presente sistema, los países africanos están al borde de la insolvencia cuando destinan más recursos al pago de la deuda externa que a la educación o la salud, llevando un ciclo de inestabilidad social y política (Ministério das Relações Exteriores, 2024). 

Es este un escenario representativo de países en desarrollo de otras latitudes. Lula reconoce los esfuerzos exitosos desde estos países para formular políticas públicas encaminadas a reducir la pobreza y el hambre. En el caso de Brasil, Bolsa Familia ha sido uno de los programas sociales más exitosos en este ámbito, que fue retomado por Lula en 2023. En su discurso menciona que de los casos exitosos, el G20 buscará movilizar recursos para ampliar y adaptar los modelos a las distintas realidades de los países en desarrollo, según el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores (Ministério das Relações Exteriores en portugues) (2024). Puntualiza que dentro de estos esfuerzos, el papel del Estado debe ser reforzado, recuperando su papel planificador del desarrollo, siendo éste un punto de fricción con posturas latinoamericanas alternas, como la de Javier Milei.  

El discurso también adopta una postura frente a la gran temática de la Cumbre del G7 de este año: la revolución digital y el cambio climático como los dilemas existenciales de la actualidad (Ministério das Relações Exteriores, 2024). Haciendo alusión principalmente a la inteligencia artificial, reconoce que esta herramienta necesita ser democratizada no sólo desde la cuestión del acceso a ella y a sus beneficios de automatización, sino que la toma de decisiones se amplíe a todos los Estados. Habla de una gobernanza internacional de la inteligencia artificial que incluya a países africanos. El posicionamiento de las oportunidades, riesgos y asimetrías que representan los avances tecnológicos deben de formularse desde una visión amplia e integral. De manera transversal a esto, viene la cuestión del cambio climático y la transición energética, así como cuestiones de economía digital. Sobre la temática de la migración, Lula da Silva sólo afirma que buscar mejores condiciones de vida no puede ser una sentencia de muerte.  

El estado de los BRICS 

Otro escenario del que Brasil aprovecha un gran momentum internacional es el de los BRICS. El grupo de países emergentes conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica pasó a ser un bloque aspiracional a uno geopolítico de pleno derecho en la comunidad internacional en el 2021 (Orgaz, 2024). Esto se vio potencializado con el progreso económico de estos países, que en su agregado superó al del G7, las siete economías industrializadas. Orgaz señala que aunque los BRICS agrupan a grandes potencias mundiales como China y Rusia, y a líderes regionales como Brasil, éstos países buscan posicionar la crítica al estado actual de la política internacional, donde las naciones occidentales controlan a los organismos que regulan la dinámica financiera y comercial internacional. Los BRICS abogan por una mayor representación de las economías emergentes, teniendo como objetivo para este 2024 ampliar el número de países miembros.  

La ampliación representa varios intereses para los países miembro, desde la cuestión geopolítica hasta la ideológica y de representación para transitar hacia un nuevo orden global. La búsqueda por aumentar el poder y la influencia se encamina para ser contrapeso a Occidente, principalmente por China y Rusia. Así las expansiones en el número de miembros podrán responder a fortalecer Medio Oriente y África. Orgaz (2024) también señala que, en la búsqueda por homologar el curso de los BRICS, se encuentran posicionamientos en los que Brasil, India y Sudáfrica se oponen a ser percibidos como desafío a Occidente. Además, no se niegan las relaciones de competencia internas y preocupaciones por la diseminación del poder entre la agrupación, principalmente entre China e India (Orgaz, 2024).  

Una de las cuestiones políticas que mayor relevancia tienen en 2024, son los posicionamientos políticos de los Estados sobre los dos conflictos activos que más preocupan a la comunidad internacional, la guerra en Oriente Próximo (conflicto que enfrenta a Israel con Hamás y Hezbolá) y la Guerra de Ucrania. Sobre este último, en la Cumbre por la paz de Ucrania en el fin de semana del 15 y 16 de junio, los tres países de los BRICS que asistieron no firmaron la declaración conjunta la cual reclama que la integridad territorial de Kiev sea base de cualquier acuerdo de paz que ponga fin a la invasión rusa (Infobae, 2024). Rusia no fue invitada al evento presidido por Suiza (lo cual ha sido criticado por Brasil) y China, aliado de Rusia, no asistió. Brasil, India, Sudáfrica y otros países como México, fueron los invitados no firmantes de la declaración. Es importante reconocer que estos países son actores internacionales con importante peso y trayectoria diplomática (Birchard, 2024). 

La posición tomada por Brasil puede y debe interpretarse en el marco del liderazgo que quiere tomar. Sus prioridades están con el bloque de economías en desarrollo, que se extienden a sus alianzas con los países potencias de este corte, como lo son China y Rusia. Sin embargo, Brasil juega de tal manera que no se alinea a los canales y preceptos de estas dos potencias. El país latinoamericano ha causado polémica por asegurar que la responsabilidad del conflicto en Ucrania es compartida, al tiempo que también ha condenado la invasión rusa (Deutsche Welle, 2024). Su abstención por firmar la declaración en la Cumbre por la paz de Ucrania debe ser interpretada como un acto de equilibrio entre sus lazos con Occidente, abogando por estrategias alternativas. Posiblemente, es esta la clave para entender los objetivos en materia de política exterior que la actual administración busca posicionar: una tercera vía que busca no obstaculizar las alianzas con Occidente, evidenciando la inclinación hacia el Sur Global liderado por China y Rusia, pero buscando fortalecer a sus pares como potencias emergentes que no son potencias regionales aún.  

Un posicionamiento global estratégico 

Brasil vive un periodo de proyección regional y global desde una posición fortalecida, que retoma como herramienta el ser vocero del Sur Global y de la izquierda latinoamericana. Son claros los vínculos que busca fortalecer la actual administración brasileña. Cuando se posiciona ante los principales conflictos activos, Brasil busca un manejo estratégico frente a las demás potencias regionales, aunque prioriza respaldar las visiones de los liderazgos de países en desarrollo. Por ejemplo, la iniciativa de Sudáfrica, otro miembro de los BRICS, ante la Corte Internacional de Justicia cuando denuncian las violaciones al derecho humanitario por parte de Israel en la guerra en Gaza. O como fue mencionado en su discurso ante el G7, Lula da Silva refiere que sólo una conferencia internacional que sea reconocida por las partes, en los términos de la propuesta de Brasil y China, permitirá la paz (Ministério das Relações Exteriores, 2024). Sobre la invasión en Ucrania, mantiene una posición que lejos de ser ambigua, denota el esfuerzo por construir terceras vías.  

Bajo esta óptica, se nota que la estrategia de alianzas y posicionamientos se amplía para no perder importantes lazos con las consolidadas potencias de la actualidad, una de ellas siendo Estados Unidos. Por otro lado, también se hace referencia a la reciente participación en la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, la cual también ocurrió en junio de 2024. Ya que, en septiembre del 2023, Brasil y Estados Unidos lanzaron la Asociación por los Derechos de los Trabajadores como iniciativa que busca fortalecer los derechos laborales de la mano con la transición justa en el sector de energías limpias (Industriall, 2023). Los esfuerzos por ambos Estados se nombran en pro de la cooperación internacional en un ámbito de interés y provecho estratégico para ambos países. Mientras no representa para Brasil un posicionamiento que comprometa su lealtad frente a sus alternos socios o frente a la causa que defiende en el plano internacional y regional. 

El proyecto brasileño de proyección internacional toma como base la crítica al sistema de toma de decisiones en el plano global. Lula da Silva puntualizó en su discurso ante el G7 que las instituciones de gobernanza están inoperantes ante la realidad geopolítica actual, que continúa perpetuando privilegios (Ministério das Relações Exteriores, 2024). Es necesario puntualizar una importante ausencia en este último discurso y posicionamiento. Al hablar de una gobernanza, resulta relevante acotar que las dinámicas se vuelven aún más integrales, amplias y diversas cuando implican la participación de actores no estatales. Siendo Brasil un país denso en población, y que internamente enfrenta problemáticas aún sin resolver, será importante mantener una posición crítica ante las posibles incongruencias en las que los liderazgos pueden caer.  

Bichard, R. (2024, 17 de junio). Cumbre sobre la Paz en Ucrania: apoyo y desaires políticos. Deutsche Welle. https://www.dw.com/es/cumbre-sobre-la-paz-en-ucrania-apoyo-diplom%C3%A1tico-y-desaires-pol%C3%ADticos/a-69391518  

Consejo Europeo, Consejo de la Unión Europea (2024). Cumbre del G7, Borgo Egnazia, Apulia (Italia), 13-15 junio 2024. https://www.consilium.europa.eu/es/meetings/international-summit/2024/06/13-15/  

Deutsche Welle (2024, 11 de junio). Brasil pide inclusión de Rusia a reuniones de paz en Ucrania. https://www.dw.com/es/brasil-pide-inclusi%C3%B3n-de-rusia-a-reuniones-de-paz-en-ucrania/a-69326874  

Industriall (2023, 19 de diciembre). Unidos por los derechos de los trabajadores: la asociación entre Estados Unidos y Brasil. https://www.industriall-union.org/es/unidos-por-los-derechos-de-los-trabajadores-la-asociacion-entre-estados-unidos-y-brasil  

Infobae (2024, 16 de junio). Brasil, México y otros diez países no firmaron la declaración de la Cumbre por la paz de Ucrania. https://www.infobae.com/america/mundo/2024/06/16/brasil-mexico-y-otros-diez-paises-no-firmaron-la-declaracion-de-la-cumbre-por-la-paz-de-ucrania/  

Ministério das Relações Exteriores (2024, 14 de junio). Discurso del presidente Lula en el segmento externo de la Cumbre del G7, en Italia. Gobierno de Brasil. https://www.gov.br/mre/es/centro-de-contenidos/discursos-articulos-y-entrevistas/presidente-de-la-republica-federativa-de-brasil/discursos/discurso-del-presidente-lula-en-el-segmento-externo-de-la-cumbre-del-g7-en-italia  

Orgaz, C. (2024, 1 de enero). Qué tan poderosos son los BRICS y qué países se incorporan al bloque el 1 de enero. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/articles/c4nyzy0dgd7o  

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