La integración europea se ha consolidado como uno de los proyectos del regionalismo mejor desarrollados a nivel global, esto principalmente desde la perspectiva comercial y económica. En el 2021, la Unión Europea (UE) se posicionó como una de las tres principales economías del mundo representando el 14% del comercio mundial de mercancías; así también el comercio intrarregional representó €6,786,000 millones de euros (Unión Europea, 2023). Su posicionamiento global también se ve impulsado por el gran flujo de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) hacia objetivos estratégicos, siendo la UE el primer donante mundial con el 45% de AOD.
El peso geoestratégico de la UE, y la posibilidad de ser un actor relevante que establece pautas y principios para el orden global, depende en gran medida de la cohesión interna que existe en el rubro económico y comercial, así como en el de cooperación internacional. Esta cohesión se basa en la coherencia de la proyección supranacional que depende en gran medida de la intención de los países miembros por ceder soberanía para un proyecto más amplio, que es la UE. En este sentido, el peso político y en el rubro de la seguridad, el proyecto europeo carece de este sustento y fortaleza, visible en la dependencia europea de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y en la ausencia de un verdadero ejército europeo que haga frente a los retos que caracterizan el contexto global del siglo XXI.
El presente artículo propone explorar la conformación de un ejército europeo desde dos perspectivas. Primero, la viabilidad de este proyecto desde lo normativo e institucional hasta la necesidad práctica que detonan los sucesos de la actualidad. En segundo lugar, desde la condicionalidad que diversos factores ejercen sobre las fuerzas implicadas en la conformación de dicho ejército. El análisis busca entender los factores implicados en la falta de congruencia supranacional política y en seguridad en un escenario donde la UE se enfrenta a amenazas estratégicas mientras busca asegurar su posición en el escenario global.
Viabilidad al centro del debate
La Unión Europea resulta compleja de definir como ente político ya que no le corresponde una aproximación desde la idea de un Estado-nación. Al ser un proyecto de integración regional de 27 países abarca dos modelos para entenderse: el federalismo intergubernamental y la gobernanza multinivel, que conviven con la intención de que los países de una misma región cedan soberanía para conformar un ente supranacional. Desde esta perspectiva, consolidar una política en materia de seguridad desde lo supranacional resulta complejo, pues se observa que mientras cada país miembro tiene su ejército, la UE carece de ello.
Y aunque la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD), establecido por el Tratado de Lisboa en 2009, permite la cooperación europea para desplegar misiones y operaciones civiles y militares en el extranjero para la prevención de conflictos, mantenimiento de la paz, operaciones conjuntas para el desarme y ayuda humanitaria, no existe un fundamento o intención para la conformación de un ejército europeo. A pesar de hechos coyunturales observados a lo largo del siglo XXI — ataques terroristas directos a territorio europeo, la crisis de Crimea, entre otros — los cambios observados en materia de la PCSD y de la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) no se ajustaron a una visión que tomara la idea de un ejército europeo como viable. Puede ser que el panorama no se veía determinado por una amenaza real a la integridad territorial y seguridad europea.
La guerra en Ucrania iniciada en febrero del 2022 representa para la UE el regreso de la guerra a la región implicando profundos cambios geopolíticos, según argumenta el Consejo de la Unión Europea (2022). Como parte del apoyo militar de la UE hacia Ucrania se estableció la nueva Misión de Asistencia Militar (EUMAM Ucrania) en octubre del 2022 para contribuir a la mejora de la capacidad militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania y permitir a Ucrania la defensa de su integridad territorial dentro de sus fronteras reconocidas (Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea, 2023). La cuestión que resulta interesante es que la misión tiene como centro la coordinación con Ucrania desde una visión bilateral con los Estados miembros de la UE, no propiamente como la UE en su conjunto, aunque la financiación sí se establece como un esfuerzo colectivo europeo.
A partir de la invasión rusa a Ucrania como suceso coyuntural, el ámbito político y de seguridad en la UE ha visto un avance en la línea de lo que el Consejo Europeo ha aprobado como la Brújula Estratégica, que dota a la UE de un plan de acción para reforzar la política de seguridad y defensa hacia el 2023 (Consejo de la UE, 2022). Éste se posiciona como un eje para aumentar la capacidad y voluntad de acción hacia el reforzamiento de la resiliencia a partir del aumento de inversión en la mejora de las capacidades de defensa.
La estrategia propone crear una Capacidad de Despliegue Rápido de hasta 5,000 militares; la capacidad de desplegar una misión civil de la PCSD con 200 expertos equipados en un plazo de 30 días; ejercicios periódicos en mar y tierra; aumentar la movilidad militar; y un mejor aprovechamiento del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. Éste último elemento, creado en marzo de 2021, es un instrumento extrapresupuestario destinado a reforzar la capacidad de la UE para prevenir conflictos, consolidar la paz y reforzar la seguridad internacional, con posibilidad de financiar operaciones implicadas en la PESC sobre el ámbito militar y de defensa.
Aunque este ajuste en política de seguridad y defensa europea no hace evidencia de un progresivo avance hacia un ejército europeo como tal, de manera tácita es visible un esfuerzo por adaptar la dinámica interna en materia de seguridad hacia procesos más flexibles y eficientes con relación al tiempo de respuesta. Justo la rigidez del modelo europeo en materia de seguridad resulta ser el factor que condiciona la conformación de un ejército europeo, aun cuando se encuentra un escenario interno y externo viable para transitar hacia la visión supranacional de la seguridad europea.
Condicionalidad
La UE se posiciona a nivel global como una potencia económica, y aunque el ente europeo ostenta un papel importante en el posicionamiento de pautas internacionales, en el ámbito político suele cuestionarse su peso global. The EU Made SIMPLE (2023) menciona que la concepción de la UE como un ‘enano político’ deriva de dinámicas internas: un lento mecanismo para la toma de decisiones y un modelo político que propicia conflictos internos, o que al menos no facilita la resolución oportuna de éstos. Este panorama conduce a una inefectividad política regional e internacional, visible en la carencia de un ejército militar propio.
Como ya fue explicado, la PCSD se enmarca con el objetivo de promover la paz y estabilidad internacional. Es necesario mencionar que actualmente se cuenta con 21 operaciones activas, nueve de ellas militares como la Operación Atalanta. Además, la UE cuenta con los Grupos de Combate de la UE: unidades militares multinacionales de 1,500 efectivos cada uno. Aunque estos grupos podrían entenderse como lo equivalente a un ejército europeo, no pueden visualizarse como tal por las limitantes — principalmente numéricas — de su propia operación desde la justificación institucional. Los Grupos de Combate nunca han sido desplegados desde su creación en el 2007, lo que para The EU Made SIMPLE refleja los problemas de unanimidad al interior de la UE.
La falta de cohesión política dentro de la UE, y la debilidad que de aquí emana, debe su explicación en la propia naturaleza del ente europeo condicionado por diversos factores: disparidades económicas — que no han sido tratadas y superadas a pesar de la relativa efectividad de la política de solidaridad y modelo social europeo —; y el factor geográfico, que condiciona las preocupaciones de cada Estado miembro dependiendo del contexto próximo desde su individualidad. Bajo la situación de amenaza estratégica rusa, los países de la UE del lado este podrán tener mayor urgencia de la movilización militar por temor a que su integridad territorial quede amenazada, así como la presión que resulta de recibir flujos de refugiados provenientes de Ucrania.
Para otros países miembros alejados de la frontera este, la anteposición de otros intereses que se enmarcan como prioritarios puede ser de carácter económico y energético. Esto explica el conflicto interno dentro de las instituciones y mecanismos de la UE para alcanzar consensos en términos de seguridad y defensa, concretamente para consolidar un ejército europeo. Renunciar a soberanía militar hacia un ente supranacional se encuentra con otros condicionantes que se observan como obstáculos operativos: barreras de lenguaje, la figura de liderazgo, cuestiones de responsabilidad financiera, y la OTAN (The EU Made SIMPLE, 2023).
La OTAN y la UE comparten intereses estratégicos y se enfrentan a retos compartidos, además, los países miembros de ambas organizaciones se han consolidado como garantes de ideales y estándares internacionales que posicionan la democracia, el Estado de derecho, el comercio abierto, entre otros aspectos, como ejes de la política global. Es así que existe una alta congruencia entre ambos entes intergubernamentales que ha propiciado la cooperación en materia de seguridad, en manejo de crisis, desarrollo de capacidades, consultas políticas, para así también brindar este apoyo hacia lo extrarregional.
Sin embargo, existen visiones que detectan una incompatibilidad entre ambos actores. Dempsey (2022) argumenta que existe una delicada rivalidad entre la OTAN y la UE, puesto que la primera es de carácter militar y defensiva, siendo la segunda de carácter económico y político. La relación es complementaria, especialmente para la UE que carece del mencionado ejército europeo por candados internos. Pero la dependencia de la UE en materia de seguridad con la OTAN, en donde los esfuerzos en defensa europea se ven como complementarios, no solo en referencia a las acciones en el marco de la OTAN sino referente a los esfuerzos individuales nacionales de países miembro, bajo el contexto de la invasión rusa a Ucrania debería de verse como una oportunidad de movilización estratégica interna para transitar hacia una integración regional aún más profunda.
La alta dependencia de la UE en la OTAN se enfrenta a conflictos internos de frente a la movilización política que es necesaria para afrontar las amenazas estratégicas cuando existe una clara figura de liderazgo dentro de la OTAN, Estados Unidos. Esto condiciona el actuar de la organización que puede chocar con intereses europeos, pues la mayoría de los miembros de la Europa Occidental y Oriental de la alianza transatlántica comienzan a compartir una percepción común de la amenaza (Dempsey, 2022), a pesar de que Alemania y Francia — países con mayor peso dentro de la UE y la OTAN — pueden no estar en completa alineación con las necesidades de los países Bálticos o de Europa central. Por otra parte, la salida de Gran Bretaña de la UE es un factor determinante, al ser éste quien funcionaba como interlocutor en la relación transatlántica cuando aún era miembro.
Anotaciones finales
Una reflexión sobre los factores que condicionan la intención europea por establecer un ejército europeo, tomando en cuenta la dependencia en la OTAN y los obstáculos internos de carácter político e institucional de la UE, apunta a una cuestión interesante: el no canalizar esfuerzos políticos y financieros a un ejército europeo ha permitido la concentración de esfuerzos hacia el desarrollo y consolidación de la UE como ente de gran superioridad en el plano global desde el ámbito económico y comercial, así como actor que propone las pautas de comportamiento internacional encaminadas a la paz, la cooperación y el desarrollo sostenible.
Pero la presión que Rusia ha ejercido a partir de la invasión a Ucrania ha despertado grandes preocupaciones, pues la cuestión de seguridad no sólo amenaza a zonas estratégicas próximas con implicaciones indirectas para la UE, sino que ya representan riesgos directos a la soberanía territorial del ente europeo, principalmente desde su frontera este. Para grandes países de la UE como Alemania y Francia, las principales preocupaciones son en materia energética, frente a los riesgos próximos que enfrenta Polonia por la presión rusa.
Estas disrupciones entre las visiones de los países miembros, que responden a disparidades internas, condicionan la conformación del ejército europeo. Es un escenario determinado por el choque entre la viabilidad de conformar este esfuerzo militar frente a los factores que lo condicionan. También se toma en cuenta que el contexto actual se da en relación a un panorama internacional caracterizado por la alta interdependencia entre una diversidad de actores, y que las fronteras conviven en la dualidad de lo relativo y absoluto. Un posible ejército europeo se encuentra con el reto de que la UE transite de la cohesión a la coherencia bajo un contexto interno también determinado por un escenario que reconoce el dinamismo global.
Referencias
Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea (2023). Cooperación de la UE en materia de seguridad y defensa. Consilium Europa. https://www.consilium.europa.eu/es/policies/defence-security/
Consejo de la Unión Europea (2022, 21 de marzo). Una Brújula Estratégica para reforzar la seguridad y la defensa de la UE en el próximo decenio [Comunicado de prensa]. Consejo Europeo y Consejo de la Unión Europea. https://www.consilium.europa.eu/es/press/press-releases/2022/03/21/a-strategic-compass-for-a-stronger-eu-security-and-defence-in-the-next-decade/
Dempsey, J. (2022, 1 de febrero). What Ukraine Reveals About NATO and the EU. Carnegie Europe. https://carnegieeurope.eu/strategiceurope/86325
Falero, Á. (2019). La viabilidad de un Ejército Europeo Un análisis de la Historia de la Política de Defensa de la Unión Europea hasta 2018 [Tesis de grado, Comillas Universidad Pontificia]. Repositorio Comillas. http://hdl.handle.net/11531/28088
LaPolíticaOnline (2022, 22 de marzo). La UE define a Rusia como una “amenaza a largo plazo” y crea una fuerza de 5.000 soldados. LaPolíticaOnline. https://www.lapoliticaonline.com/espana/politica-es/la-ue-define-a-rusia-como-una-amenaza-a-largo-plazo-y-crea-una-fuerza-de-5-000-soldados/
The EU Made SIMPLE (2023, 6 de febrero). Is NATO enough for European Defence?
. Youtube. https://www.youtube.com/watch?v=CV-iwdPYr20