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La amenaza ultranacionalista israelí

Una crisis política inoportuna

Israel se enfrenta a una amenaza a la que no se ha enfrentado desde su creación hace 75 años: el movimiento ultrasionista, que atenta no sólo contra su democracia, sino su existencia como tal.

Por: Andrés Alejandro Araujo Bermúdez

Por: Andrés Alejandro Araujo Bermúdez

Tabla de contenidos

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Israel se enfrenta a una amenaza a la que no se ha enfrentado desde su creación hace 75 años: el movimiento ultrasionista, que atenta no sólo contra su democracia, sino su existencia como tal. 

Desde su concepción, la nación israelí ha tenido que vivir con una plaga ultranacionalista representada en el sionismo* extremista. Históricamente, se ha mantenido independiente y ha asegurado su supervivencia y existencia gracias al apoyo financiero y militar extranjero, que inicialmente provino de Francia y más adelante de Estados Unidos.

* El sionismo es una adaptación judeo-israelita del nacionalismo europeo, basado en la búsqueda de la creación de una nación-estado. Por ende, los sionistas son aquellos que buscan forjar una nación-estado judía. El sionismo fue creado y promovido por la diáspora israelita proveniente de Europa, de donde proviene la idea misma del nacionalismo.

Actualmente, con 75 años de existencia, la nación israelí se encuentra en medio de una fuerte crisis política interna, causada por el ascenso y fortalecimiento de las alas ultranacionalistas sionistas (ultrasionistas) que ahora se encuentran en el poder, lideradas por el primer ministro Benjamín Netanyahu. Él y sus aliados en el Knesset (parlamento de Israel) han implementado reformas jurídicas que debilitan al poder judicial del país, un suceso que se da específicamente después de que Netanyahu enfrentara un juicio en su contra por casos de corrupción. La amenaza ultrasionista es sumamente peligrosa, no solo para la supervivencia de la separación de poderes y la democracia en Israel, sino también para la existencia misma del país. Este artículo buscará no solo explicar la actual crisis política en Israel y sus efectos, sino sus posibles repercusiones para la estabilidad de la región y como podría afectar la supervivencia de la nación a largo plazo.

Historia de Israel

Israel o los cuantiosos reinos judíos que llegaron a existir, como el Reino de Israel y el Reino de Judá, siempre pudieron dominar a sus vecinos más débiles, es decir, aquellos que no eran grandes potencias regionales o suprarregionales. Históricamente, el pueblo judío o Israel siempre se han enfrentado a dos graves amenazas, su división interna (empeorada por un mal liderazgo y una mala burocracia) y las invasiones de grandes potencias extranjeras/regionales. Es por esto por lo que la amenaza militar de Egipto fue la única que ponía en peligro la existencia de Israel, no la de naciones vecinas como Líbano, Siria o Jordania (mucho menos la del pueblo palestino). 

Durante el siglo pasado, cuando Israel se encontraba enfrentando diversos peligros militares de sus países vecinos, específicamente de Egipto, tras su formación en 1948 y su ocupación del territorio palestino, se encontraba en necesidad de un patrocinador extranjero que pudiera proveer el apoyo militar (mediante él envió o venta de armamento y equipo militar) y financiero necesario para asegurar su supervivencia. Aquí es importante señalar que ninguna nación árabe realmente ha luchado a favor de Palestina, sino que han buscado sus propios intereses geopolíticos e imperialistas (igualmente promovidas por sus propios movimientos nacionalistas), ya que el mismo pueblo palestino también representa un reto para los mismos regímenes árabes, especialmente para Jordania. 

Su primer patrocinador, lo encontraría en la Unión Soviética, aunque su relación no duraría y está sería reemplazada por Francia, aunque tras el final de la Guerra de Independencia de Argelia, el país francófono buscaría mejorar sus relaciones con los países árabes, por ende, cuando Israel inicio la Guerra de los Seis Días en 1967, París dejo de apoyar a Tel Aviv (Friedman, 2012). Sin embargo, la desgracia israelí se sumaría al dilema estratégico de Washington en el Oriente Próximo. 

La 14ª Brigada de Tanques avanzando sobre el Eje Carmesí al sur de Abu Ageila en Desierto del Sinaí (Fuente: Archivos de las Fuerzas de Defensa y el Ministerio de Defensa de Israel vía Wikimedia Commons)

La respuesta estadounidense al reto geopolítico que representaba la Unión Soviética se basaba en la contención, la cual era estratégicamente defensiva pero tácticamente era ofensiva (Friedman, 2012). Esta estrategia incluía no solo reconstruir Europa y fortalecer económicamente a sus aliados, tanto en Europa como en Asia y el Oriente Próximo, sino que también era ayudarlos a construir las fuerzas militares necesarias para defenderse de una posible ofensiva militar continental soviética. La respuesta de Moscú respecto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa, se basó en brincarse esta barrera geopolítico-militar y crear presión en la retaguardia de las naciones pertenecientes a la OTAN (Friedman, 2012). La importancia de esta respuesta para Israel es que, para las décadas de 1950 y 1960, los regímenes árabes, cuyos nacionalismos eran antieuropeístas, ya se encontraban firmemente establecidos en el campo soviético. Estados Unidos tuvo que responder respaldando al régimen israelí, al igual que al iraní del Sha de Persia Mohammad Reza Pahleví. 

Durante el siglo XX Israel, no solo encontró un patrocinador que respaldaría sus objetivos de seguridad nacional, sino que también contaba con un panorama político interno favorable, uno unido frente a las adversidades externas. Tampoco había una potencia extranjera que buscará su aniquilación (esto debido a que firmo la paz con Egipto y el país no estaba posicionado para fungir como una potencia suprarregional). Básicamente, ninguno de los elementos que amenazarían su existencia no se encontraban presentes durante gran parte del siglo XX y principios del siglo XXI. 

Los movimientos yihadistas, debido a que presentaban un riesgo tanto para los regímenes locales como para Estados Unidos, no se iban a concretar en un gran desafío para la seguridad nacional de Israel. Ahora, ha podido crear relaciones favorables con varios de los países árabes, como los Emiratos Árabes Unidos y mantienen una superioridad militar para defenderse de sus vecinos, como Siria, la cual se encuentra demasiado destruida como para presentar un peligro por las próximas décadas. Aunque estos elementos se encuentran en peligro bajo la actual ruptura en Israel, sin mencionar que existen nuevos peligros en el horizonte que podrían poner de cabeza estos logros.

Manifestantes israelitas en Jerusalén en febrero del 2023 en contra las reformas jurídicas del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu (Hanay vía Wikimedia Commons)_CodNexus

 

El panorama actual y sus posibles desenlaces 

El panorama geopolítico mundial se encuentra en una tremenda transformación sistémica tras la invasión rusa de Ucrania, aunque ya existían indicios de los cambios por venir, estos solo se han apresurado tras el inicio de la Guerra de Ucrania en 2022. Una de las regiones que resentirá más este cambio será el Oriente Próximo.  

Las actuales protestas y la división por las reformas que quieren pasar los ultrasionistas y Netanyahu, han fracturado fuertemente al país (Freedman, 2023). A tal grado que las fracturas se han vuelto sistémicas, con el ejército dividido, la Mosad fomentando las protestas en contra del primer ministro y el Knesset y la sociedad polarizada entre los dos bandos (Rubin & Hendrix, 2023; Middle East Eye, 2023; Ferris, 2023). Incluso David Melech Friedman (exembajador estadounidense en Israel durante la administración del ahora expresidente Donald J. Trump) quien se ha caracterizado por estar a favor del gobierno israelí, crítico las reformas judiciales, señalando que se están dando en un “muy mal momento” (Rubin & Hendrix, 2023). Con la ruptura entre las élites militares y políticas, junto con la divergencia en los puntos de vista de la población sobre que es la democracia y que rumbo político debería tomar el país, la nación judía definitivamente se encuentra dividida, justo en un panorama en el cual no debería permitirse tales divisiones.   

Desde antes de la guerra en Ucrania, ya se podía observar el ascenso de Turquía como una potencia militar y política suprarregional (Bakir, 2021). Sumamos eso a las crisis alimentarias y nuevas rivalidades que están dividiendo no solo a Oriente Próximo, sino al norte y noreste de África, el Estado de Israel se encuentra nuevamente en una región sumergida en inseguridad, con el peligro de que estalle una guerra entre diferentes potencias en países como Libia o Sudán. Pero más peligroso aún, es lo que representa el factor turco para la seguridad nacional y la percepción que podría seguir teniendo Estados Unidos del país. Israel ya no cuenta con una amenaza que pueda borrarla del mapa, por el momento. Por ende, su trato del pueblo palestino podría no seguir pasando desapercibido por potencias como Estados Unidos o Turquía, ya que no existe una necesidad estratégica de ignorar sus acciones en contra de los palestinos, como fue el caso durante la Guerra Fría. 

Más aún, un gobierno no solo represivo del pueblo palestino, sino también antidemocrático y opresivo en contra de su propio pueblo, podría empezar a volverse objeto de críticas desde Washington y Ankara. Su actual división y la amenaza que presenta al ala ultrasionista no se terminará este año, aunque se pudiese calmar la crisis, esta podría resurgir con fuerza en las próximas elecciones. Por ende, el país tendrá que lidiar con el dilema ultranacionalista y manejar sus relaciones no solo con Estados Unidos sino con la nueva potencia en la vecindad. Si la situación se sale de control a largo plazo, esto se volverá un problema para Washington y Ankara podría aprovechar la crisis interna para reiniciar sus aspiraciones neo-otomanas en Oriente Próximo y el Norte de África. Turquía no se ha salido del norte de Siria y sería ilusorio pensar que dejará sus aspiraciones (aún, aunque Recep Tayyip Erdogan se retirara del poder). Dentro de 10 o 15 años, Turquía se habrá recuperado de su crisis económica y política, encontrándose así en una posición ideal para continuar con sus pretensiones expansionistas en Siria, sino es que las realiza antes. 

Israel se enfrenta a dos Goliats, con los que no podrá lidiar más que diplomáticamente. El Oriente Próximo, mediante sus cuantiosos acercamientos diplomáticos, parece estar preparándose para un nuevo panorama geopolítico, considerablemente diferente al que experimentamos en la época de la Posguerra Fría entre 1991 y 2022. Los israelitas tendrán que resolver sus profundos problemas internos antes de que sea demasiado tarde, ya que se encontraría dividido frente a una potencia político-militar suprarregional en ascenso y con un patrocinador en medio de una década crítica en la cual terminará con un nuevo escenario político interno el cual impactará su política exterior y podría cambiar su postura respecto a Israel.  

Claro, Israel no dejará de existir en esta década, pero su incapacidad en resolver su actual crisis política interna podría dejar el país inhabilitado y/o debilitado para lidiar con los retos que surgirán de los cambios tectónicos que se aproximan. 

Referencias:

Bakir, A. (2021, 24 agosto). Mapping The Rise of Turkey’s Hard Power. Newlines Institute. Recuperado 5 de julio de 2023, de https://newlinesinstitute.org/turkey/mapping-the-rise-of-turkeys-hard-power/ 

Ferris, J. (2023, 1 mayo). Israel Is Dangerously Polarized. The Israel Democracy Institute. Recuperado 26 de julio de 2023, de https://en.idi.org.il/articles/49118 

Freedman, E. (2023, 24 julio). Israel protesters vow to continue fight against judicial bill. Al Jazeera. Recuperado 26 de julio de 2023, de https://www.aljazeera.com/news/2023/7/24/israel-protesters-vow-to-continue-fight-against-judicial-bill 

Freidman, G. (2012). The Next Decade: Empire and Republic in a Changing World. New York, United States: Anchor Books.  

Middle East Eye Staff. (2023, 9 abril). Pentagon leaks: Documents claim Israel’s Mossad backed protests against Netanyahu. Middle East Eye. Recuperado 26 de julio de 2023, de https://www.middleeasteye.net/news/us-leaked-documents-israel-mossad-protests-netanyahu-reforms 

Rubin, S., & Hendrix, S. (2023, 23 julio). In judicial overhaul protests, Israel’s soldiers face off against Netanyahu. The Washington Post. Recuperado 26 de julio de 2023, de https://www.washingtonpost.com/world/2023/07/23/israel-judicial-overhaul-protests-military/ 

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