**Ésta nota fue originalmente publicada en octubre del 2022, en la actualidad continúan enfrentaminetos entre Azerbaiyán y Armenia de manera limitada, aunque se teme que los enfrentamientos podrían desencadenarse en otra guerra convencional**
En los últimos años Rusia llevó a cabo una serie de acciones, tanto diplomáticas como técnico-militares, para recuperar influencia en los Estados tapón que conformaban una zona “neutral” entre fuerzas de Estados oponentes y el territorio nacional de Rusia.
Durante las protestas en Kazajistán, el gobierno ruso intervino a favor del gobierno central kazajo, al enviar tropas a través de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OCST por sus siglas en inglés), las cuales ayudaron a respaldar al gobierno y lo ayudaron a frenar el golpe de Estado que se estaba intentando llevar a cabo a través de las protestas. Luego, durante la Guerra de Nagorno-Karabaj del 2020, Rusia intervino diplomáticamente para desarmar la situación y aprovechó para enviar fuerzas de mantenimiento de la paz a la región, garantizando así la seguridad de Armenia sin tener que intervenir militarmente en contra de Azerbaiyán. Mientras que, en Bielorrusia, el Kremlin llevó a cabo un autogolpe de Estado suave a favor del presidente Aleksandr Lukashenko para ayudarlo a mantenerse en el poder y evitar una crisis similar a la de Ucrania del 2014.
Todos estos esfuerzos tuvieron éxitos significativos en su momento hasta que inició la invasión de Ucrania. Esta ha absorbido gran parte de la atención del Kremlin y sus recursos, dejando vulnerables los logros recientemente obtenidos. Moscú ha empezado a perder lentamente los logros obtenidos en estas regiones frente a sus rivales geopolíticos. El más notable retroceso en estos logros ha sido en el Cáucaso.
Bakú se aprovecha
Aproximadamente desde marzo fuerzas azeríes han estado tomando territorio en Nagorno-Karabaj a pesar de la presencia de fuerzas de mantenimiento de la paz rusas (la 15a Brigada de Fusileros Motorizados Separados), las cuales se supone que deberían tener control del territorio y evitar estas incursiones al igual que evitar enfrentamientos entre fuerzas armenias y azeríes o tomas de territorio.

RANE Worldview (2022), una plataforma de inteligencia geopolítica, en un reporte del mismo mes señala que esto “refleja la capacidad [de Azerbaiyán] de continuar escalando el conflicto con Armenia… debido a la superior ventaja negociadora y al poder militar de Bakú” (capital de Azerbaiyán). La disparidad militar entre Armenia y Azerbaiyán no permite a Ereván, capital de Armenia, iniciar un conflicto armado o recuperar a la fuerza el territorio perdido recientemente ante las fuerzas azeríes.
Más adelante el 8 de agosto, el Dr. Benyamin Poghosyan, un experto en política, economía y la región del sur del Cáucaso, publico un artículo en The Armenian Weekly (un periódico armenio ubicado en Estados Unidos afiliado al Hairenik Weekly). En el artículo informa sobre como el ejército de Azerbaiyán lanzo una “operación militar limitada” en la línea de contacto entre Azerbaiyán y Nagorno-Karabaj. Señala que el objetivo del gobierno azerí es forzar a las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz a retirarse de la zona y con ellos gran parte de la población armenia, ya que los civiles seguirían a las fuerzas rusas para no estar bajo el control azerí. También habla sobre como el gobierno azerí utiliza otros mecanismos no militares, como la construcción de una nueva carretera, para aumentar su control del territorio y forzar a la población armenia a abandonarlo.
Esta operación militar también fue reportada por otros medios como International Crisis Group (un think-tank de política independiente), organización la cual también advierte sobre la posibilidad de que el conflicto se reinicie con las operaciones militares azerís en Nagorno-Karabaj en contra de las fuerzas armenias de facto de la región. Especialmente por el hecho de que el gobierno azerí busca desmilitarizar la región de cualquier fuerza militar, como las fuerzas armenias de facto de Nagorno-Karabaj, las cuales considera ilegales.
Los reportes por parte de un importante periódico armenio en la comunidad internacional armenia, nos dan a entender que, a pesar de que el gobierno armenio en algunas ocasiones ha negado oficialmente las incursiones y la toma de territorio por las fuerzas de Bakú, la población, al igual que varios nacionalistas en el poder, como en el ejército, saben sobre la situación en Nagorno-Karabaj. Más aún, el gobierno armenio ha culpado principalmente a las fuerzas rusas por las incursiones y el aumento en las tensiones militares, las diferentes posturas frente a la situación en Nagorno-Karabaj solamente causa confusión tanto en el país como con sus aliados (Pogosyan, B., 2022). Esta pérdida frente a Azerbaiyán, por ende, debilita tanto al gobierno armenio como al gobierno ruso. Especialmente por las olas de refugiados armenios de la región creadas la crisis. RANE Worldview (2022) señala que, lo más seguro, es que el gobierno azerí esté intentando forzar a los armenios a una posición incómoda, en la cual tengan que dar más concesiones en cualesquiera futuras negociaciones respecto a Nagorno-Karabaj. Las amenazas de más operaciones militares muestran el objetivo de Bakú respecto a la región.
Resultados del fracaso de Moscú
Las repercusiones son varias, tanto para Rusia como Armenia. Por un lado, en Armenia aumenta el riesgo de que las fuerzas nacionalistas aumenten su influencia y poder en el país, con un gobierno cuya credibilidad y posición estén más debilitadas. El surgimiento de un movimiento nacionalista en Armenia sería uno de carácter derechista y militarista (RANE Worldview, 2022). Esto seguramente dificultará las negociaciones y pondrá en peligro la estabilidad política del país mientras que limitará sus respuestas a la crisis y en las negociaciones.
Esto podría llevar a Armenia a tomar una posición más rígida frente a Nagorno-Karabaj y puede que refuerce su presencia militar en la región, lo que aumentaría las tensiones con Azerbaiyán. Sin embargo, debido a la disparidad militar frente Azerbaiyán, por la cantidad de personal del ejército de Azerbaiyán como a la asistencia tecnológica de Turquía, es poco probable que Armenia busque una pelea. Pero no se puede descartar al cien por ciento un conflicto entre ambos países, debido al carácter militarista del nacionalismo armenio y los objetivos militares de Bakú en la región. Crisis International Group (2022) y The Armenian Weekly (2022) junto con otros medios, advierten sobre el hecho de que Bakú busca desmilitarizar la región a la fuerza, lo que pondría a Azerbaiyán en un choque directo con fuerzas armenias de facto de Nagorno-Karabaj, lo que también podría llevar a un enfrentamiento con fuerzas militares de Armenia. Por lo que cualquier conflicto sería iniciado por Azerbaiyán y no por Armenia, ya que el gobierno armenio, aunque no pueda iniciar un conflicto armado con Azerbaiyán, tampoco puede ceder tanto territorio a Bakú y, posiblemente, poner en riesgo su propia integridad territorial.
Azerbaiyán, sin duda alguna, obtuvo una victoria estratégica frente a Armenia en la guerra del 2020 y el país buscará seguir aprovechando esos logros lo más que pueda para crear una situación favorable respecto a Nagorno-Karabaj lo antes posible. Ambos gobiernos están conscientes de que la situación geopolítica y militar puede llegar a revertirse y cambiar a favor de Armenia. Después de todo, la situación se revertió a tal grado que, a pesar de tener la victoria militar a principios de los 90s, Armenia perdió desastrosamente en la guerra del 2020. Olesya Vartanyan, Zaur Shiriyev y Anita Mihaeljana, expertos de Crisis International Group (2022) en la región, señalan que un oficial azerí mencionó que los oficiales armenios “creen que, al prolongar las negociaciones, pueden esperarse a que la situación geopolítica cambie a su favor”. Por lo que, las tensiones militares solamente van a aumentar, con Bakú intentando resguardar sus logros y con el nacionalismo tomando fuerza en Armenia.

Esto también debilita mucho a Rusia y a sus capacidades diplomáticas y regionales. Al no poder garantizar el cese al fuego y la integridad territorial de Nagorno-Karabaj, desacredita a Rusia como un jugador crucial no solo en la región y la disputa Armenia-Azerbaiyán sino en otras partes del mundo y también en otros temas. Esto también lleva a un aumento en el odio hacia los rusos y Moscú en general en el país por el hecho de que muchos en Armenia van a ver a Rusia como incapaz de ayudar a su país, en el peor de los casos incluso verán a Rusia como si estuviera favoreciendo a Azerbaiyán. Hasta cierto grado Rusia si está favoreciendo a Azerbaiyán, no necesariamente al tomar acciones a favor de Bakú sino al simplemente al no imponer el cese al fuego del 2020 o tomando otras acciones diplomáticas para detener los avances azerís en Nagorno-Karabaj.
Las relaciones bilaterales de Armenia con Turquía, Rusia y Azerbaiyán no mejorarán e incluso empeorarán en los próximos años, cualquier intento de normalizar las relaciones con Turquía y Azerbaiyán se dificultará significativamente.
La OCST también podría perder influencia regionalmente y Rusia podría empezar a perder influencia diplomática, política y militar en el Cáucaso, Asia Central y otras partes del mundo. La pérdida de influencia beneficiaría principalmente a Turquía y a Estados Unidos, los únicos otros países en posición para reemplazar a Rusia como jugadores geopolíticos cruciales en la región del sur del Cáucaso.
La incapacidad de Moscú de responder ante la crisis, va a revertir sus logros en las regiones de Asia Central y el Cáucaso, empeorando su situación geopolítica y su seguridad nacional, lo que llevaría a que Ucrania se vuelva un objetivo mucho más importante para Rusia y que tenga que volverse más activo, tanto regional (en Europa del este) como internacionalmente. Diversos analistas ya señalan que el conflicto en Ucrania durará mínimo hasta el siguiente año, pero que fácilmente se puede convertir en un conflicto que dure varios años. Todo lo cual empeorará la economía, seguridad y paz internacional. Rusia también se podría convertir en un actor más irracional frente a la pérdida de logros geopolíticos tan importantes. Ya anuncio que está dispuesto a ayudar a sus aliados con la transferencia de armamento y tecnología militar en América Latina, Asia y África. Esto podría llevar al envió de armamento y tecnología militar a países que podrían desestabilizar a sus regiones aún más, creando mayor incertidumbre.
Mientras que, por otro lado, Turquía solamente se refuerza como un actor geopolítico decisivo y su industria militar mejora su popularidad a nivel internacional. Adicionalmente, su posición política y militar mejora significativamente en la región. Rusia, en todo caso al igual que Armenia, se enfrenta a una lucha colina arriba.
Referencias:
Poghosyan, B. (2022, 8 agosto). What the recent escalation in Nagorno Karabakh tells us about the strategy of Armenia and Azerbaijan. The Armenian Weekly sección de Opinion. Recuperado 15 de agosto de 2022, de https://armenianweekly.com/2022/08/08/what-the-recent-escalation-in-nagorno-karabakh-tells-us-about-the-strategy-of-armenia-and-azerbaijan/
RANE Worldview. (2022, 29 marzo). In Nagorno-Karabakh, Azerbaijan’s Seizure of Russia-Protected Territory Bodes Ill for Armenia. RANE Worldview sección de ASSESSMENTS. Recuperado 14 de agosto de 2022, de https://worldview.stratfor.com/article/nagorno-karabakh-azerbaijans-seizure-russia-protected-territory-bodes-ill-armenia
RANE Worldview. (2021, 25 febrero). In Armenia, Anger Over Nagorno-Karabakh Comes to a Head. RANE Worldview sección de SNAPSHOTS. Recuperado 14 de agosto de 2022, de https://worldview.stratfor.com/article/armenia-anger-over-nagorno-karabakh-comes-head
Vartanyan, O., Shiriyev, Z., & Mihaeljana, A. (2022, 9 agosto). Warding Off Renewed War in Nagorno-Karabakh. International Crisis Group Sección de EUROPE & CENTRAL ASIA. Recuperado 14 de agosto de 2022, de https://www.crisisgroup.org/europe-central-asia/caucasus/nagorno-karabakh-conflict/warding-renewed-war-nagorno-karabakh