Crisis económica y represión en Cuba

La actual crisis política en Cuba se caracteriza por una grave crisis económica, exacerbada por la pandemia de COVID-19 y las sanciones económicas de Estados Unidos, lo que ha llevado a una escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos. En julio de 2021, Cuba experimentó las mayores protestas en décadas, con miles de personas exigiendo reformas políticas, mejores condiciones de vida y la liberación de presos políticos.

El gobierno, liderado por Miguel Díaz-Canel, respondió con una fuerte represión, incluyendo numerosos arrestos y casos de violencia hacia la población civil que se manifestaba en contra del régimen o la situación económica del país. Las redes sociales jugaron un papel crucial en la organización y difusión de las protestas, pero el gobierno trató de controlar la información mediante cortes de internet y restricciones al público. 

La crisis también provocó un aumento significativo en la migración, con muchos cubanos buscando escapar de la situación actual, generando tensiones en países receptores. La situación en Cuba ha captado la atención internacional, con varios países y organizaciones expresando su preocupación y llamando al diálogo y a reformas democráticas dentro del país.

La crisis ha sido el resultado de factores económicos, sociales y políticos que han llevado a un creciente descontento y a una respuesta gubernamental represiva, con implicaciones tanto dentro como fuera de la isla. El régimen actual en Cuba es una dictadura de partido único dirigida por el Partido Comunista de Cuba (PCC). Este sistema fue establecido tras la Revolución Cubana de 1959, liderada por Fidel Castro. Desde entonces, el PCC ha sido la única fuerza política legal en el país. La estructura del gobierno se caracteriza por un control centralizado y una fuerte presencia del estado en todos los aspectos de la vida política, económica y social.

Miguel Díaz-Canel es el presidente de Cuba y el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, sucediendo a Raúl Castro en estos roles. Aunque existen instituciones gubernamentales como la Asamblea Nacional del Poder Popular, estas funcionan principalmente como órganos que ratifican las decisiones del PCC.

El régimen se basa en principios socialistas y marxistas-leninistas, con un enfoque en la igualdad social y la propiedad estatal de los medios de producción. Sin embargo, en las últimas décadas, se han implementado algunas reformas económicas limitadas que permiten cierto grado de actividad privada y de mercado, aunque bajo estricta regulación estatal. Actualmente, la libertad de expresión, prensa y asociación siguen estando severamente restringidas y la oposición política es prácticamente inexistente debido a la represión y la falta de espacios legales para su actividad y representación.

Asimismo, Cuba ha estado bajo un embargo comercial estadounidense durante los últimos 60 años que ha impactado gravemente en la economía y comercio exterior del país (Morris, 2024). Pese a una reducción en estas medidas económicas estadounidenses durante la administración del expresidente Barack Obama, bajo la presidencia de Donald Trump (2017-20) se introdujeron nuevas medidas que redujeron los ingresos por servicios, interrumpieron el suministro de combustible, bloquearon las remesas y disuadieron la inversión extranjera, exacerbando la profunda crisis económica del país y a pesar de sus promesas electorales, Biden ha mantenido las sanciones con algunos ligeros cambios, siguiendo en gran medida las políticas de la administración del expresidente Donald Trump.

En enero de 2021, el gobierno cubano implementó reformas monetarias y de precios, devaluando el peso cubano de uno por dólar a 24 por dólar, con el objetivo de alinear los precios con los mercados internacionales y fomentar la reestructuración económica, la innovación y las exportaciones (Morris, 2024). Sin embargo, los resultados no fueron los esperados.

En medio de una de las mayores crisis económicas, el gobierno de Cuba anunció en junio del presente año, una serie de medidas para intentar revertir la situación. Las medidas pretenden ajustar el presupuesto público “a las condiciones de economía de guerra”, dijo la primera viceministra de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo, en una reunión del Consejo de Ministros, el máximo órgano ejecutivo del país, según informó este lunes el medio oficialista Granma (BBC News Mundo, 2024).

Dichas medidas, entraron en Vigor el 1 de julio nueva legislación que establece una regulación respecto a las relaciones comerciales entre los actores económicos del país, y precisa que la adquisición de bienes y servicios tiene una tasa de utilidad máxima del 30 por ciento sobre el total de los costos y gastos (Prensa Latina, 2024). Una decisión destinada a combatir la inflación pero que ha suscitado preocupación entre algunos economistas y algunas empresas.

En mayo del presente año, la administración de Joe Biden en Estados Unidos anunció como una medida para apoyar a los empresarios en Cuba, donde se le permitiría poder abrir, mantener y utilizar cuentas bancarias en el país norteamericano, quitando el veto a las transacciones U-Turn que en el gobierno de Trump se había impuesto (BBC New Mundo, 2024).

Ante un gobierno cada vez más inoperante e impopular, la decisión del poder en la sombra (Raúl Castro, los generales y GAESA) ha sido la de militarizar el país. Con la aprobación del nuevo decreto, el cuerpo armado da luz verde para disparar en caso de que una muchedumbre irrumpa en una “zona de producción agropecuaria, inversiones constructivas y de montaje, y otras áreas urbanas y de interés” para la oligarquía militar. Sin embargo, existen rupturas dentro de las fuerzas militares cubanas, lo que pone en duda la posibilidad de que la cúpula militar cubana realmente sea capaz de imponer su voluntad ante una situación política, social y económica que cada día se deteriora más. La población civil cada vez demuestra más su descontento y se prevé que las manifestaciones exigiendo un cambio de modelo económico y en las relaciones de poder sucedan pronto en Cuba.