Marzo es el mes en que se reconoce la lucha de las mujeres por posicionar su agenda a nivel mundial, que de manera histórica ha buscado reivindicar su lugar en lo público y lo privado, así como reducir las brechas de género. Los temas en donde esta perspectiva cabe para generar una reflexión estructural de las sociedades actuales son diversos y amplios ¿tanto como lo es el espacio exterior? El presente texto busca articular el objetivo de brindar mayor visibilidad a la mujer en diversos espacios con un suceso próximo: el eclipse solar que está anotado en el calendario para el 8 de abril del 2024. De aquí surge la idea de generar reflexión sobre la presencia de la mujer en el ámbito del espacio exterior. Una arena que bien se presta para el desenvolvimiento de la política y geopolítica entre potencias mundiales. Un tablero primordialmente dominado por hombres. Cómo conviven las dinámicas de este rubro con el género, qué esfuerzos se han realizado en este sentido, quiénes son las que podemos nombrar implicadas en el ámbito espacial, y de qué manera el tema órbita en otros ámbitos vigentes hoy, son algunos puntos que se exploran en el presente texto.
Lo político del espacio exterior
Una cuestión pertinente dentro del análisis de lo político del espacio exterior son las instituciones y cómo han convivido a lo largo de los años con el género. Aquellas instituciones creadas en torno a la carrera espacial fueron visionarias para su época. Sin embargo, como lo explica Seag (2017) ejemplificando con la NASA, estas instituciones abrazaron el progreso tecnológico, más no el progreso social. La no representación y las barreras a la participación de las mujeres en los distintos ámbitos de la exploración del espacio exterior, tanto en campo como en lo político, se desarrolló en un contexto de tensiones entre las dicotomías y la bipolaridad prevalente en el Sistema Internacional. Bajo este contexto, la prevalencia de la visión masculina en la política determinaba la jerarquía en las prioridades nacionales e internacionales.
Sobre estas dinámicas, se toma un pasaje en la historia de la carrera espacial durante la Guerra Fría. Seag explica cómo el ideal del astronauta reclutado por la NASA se construyó en la narrativa pública — con fines políticos y de recaudación de fondos — desde la imagen idealizada y homogeneizada de la forma americana de vivir. Se reflejaban los valores de la masculinidad blanca y de la clase media, trabajándose este recurso como una extensión metafórica del viejo Oeste americano, señala Seag. El reclutamiento de astronautas para la NASA quedó severamente sesgado por el género cuando, bajo la administración del presidente de Estados Unidos Eisenhower, se optó por un perfil de piloto militar con preparación de ingeniero como el criterio de selección. La European Space Agency (2013) señala un problema fundamental en esta cuestión: hasta los primeros años de la década de 1960 las mujeres no eran aceptadas en los programas de vuelo militar, por lo que ninguna mujer americana tendría la experiencia necesaria para aplicar.
Esfuerzos como el proyecto Mercury 13 en 1960 fueron clave para confrontar esas ausencias en el plano narrativo y legal en torno a las prácticas discriminatorias de la NASA, anota Seag (2017). El mencionado proyecto fue una iniciativa independiente del Dr. Randy Lovelace, en el que 13 mujeres pilotos pasaron la primera de tres fases del riguroso proceso por el que pasaban los hombres pilotos. El programa fue cancelado de manera abrupta cuando se le confirmó a la Armada de Estados Unidos, quienes proveían de apoyo logístico, que la NASA no apoyaba ningún programa de mujeres en el espacio. En 1962 las mujeres pilotos del Mercury 13 Jerrie Cobb y Jan Hart llevaron el caso al Congreso demandando que NASA considerara candidatas con experiencia equivalente a los hombres pilotos militares.
Los argumentos de las pilotos se ajustaban al contexto geopolítico de la época: se insistía en el rol de la mujer en la carrera por lograr ser las primeras en los espacios geográficos, y la congruencia de éste con el interés de la superioridad nacional sobre el bloque soviético. La defensa de la NASA argumentó en torno a la jerarquía de prioridades. Se cuestionaba si incluir a la mujer en el espacio dependía de una cuestión de la división sexual o si debería depender de sí contribuía a eficientar los procesos en la carrera espacial. El punto central fue que en tiempos de crisis geopolítica no había tiempo para introducir más variables a la ecuación, por lo que llevar a la mujer al espacio sería un experimento innecesario incluso si fueran los primeros en hacerlo en el mundo. Con el Congreso fallando a favor de la NASA se confirmó lo que antes fue una política no intencionada de exclusión de género, pasó a ser una práctica discriminatoria legalmente permisible (Seag, 2017, p.325).
Es en la década de 1970 cuando se comienzan cambios importantes en el ámbito de la representación de la mujer en el espacio, ligado a la fatiga en la opinión pública en torno a la Guerra de Vietnam, y su redirección hacia temas de interés social, de derechos civiles, justicia medioambiental y de equidad de género, apunta Seag. Sobre esto, se reconoce la importancia de la opinión pública en la formulación de la política exterior de los Estados, pues esta redirección por temas de equidad social puso en la cuerda floja a los presupuestos dirigidos a la NASA. Para Seag, esto explica cómo esta institución de exploración espacial que nació de las tensiones de la Guerra Fría, pasó a expandir sus temas y enfoque de expansión neocolonialista proyectado al espacio, a un modelo que incluso se involucra con el monitoreo medioambiental, y que ahora se entiende como un espacio ampliamente accesible para las mujeres.
Stephenson (2023) concuerda con Seag sobre la congruencia entre la transformación de los paradigmas durante la Guerra Fría y la exploración espacial. Stephenson menciona que el espacio es un área de interés humano que tuvo un importante auge durante los años cruciales en que se posiciona el tema de la equidad de género y de movimientos por los derechos civiles. De esta manera, reconoce el hilo conductor entre ambos ámbitos que tiene continuidad hasta nuestros días:
“En ningún otro momento de la historia hemos tenido tanta influencia sobre las nuevas instituciones para normalizar y exigir la igualdad de género y el liderazgo de las mujeres desde el principio. El precedente que sentamos ahora es importante para el afianzamiento de la igualdad, la justicia y la equidad como piedras angulares del sector espacial” (Stephenson, 2023).
En este sentido, Stephenson reconoce en el tema espacial un tablero crucial para posicionar y reivindicar el papel de la mujer en las sociedades, en los ámbitos políticos y en la toma de decisiones que empujan hacia el progreso no sólo científico, sino también social.
Espacios explorados desde la presencia de la mujer
En el contexto de la Guerra Fría y la carrera espacial, la primera mujer (civil) en llegar al espacio exterior fue Valentina Treshkova, quien en 1963 se convirtió en la primera mujer en visitar el espacio exterior participando en el programa soviético Vostok 6, en el cual permaneció 70 horas de vuelo y 48 vueltas alrededor de la Tierra (Huguet, 2023). Posterior a esto, fue miembro del Soviet Supremo y del Comité Central del Partido Comunista. Desde su viaje en solitario, muchas mujeres han podido explorar el espacio exterior, aunque no en un viaje en solitario como el de Treshkova, señala Huguet. Posterior a esto, pasaron veinte años para que otra mujer explorará el espacio exterior. Fue en 1982 que Svetlana Savítskaya se convierte en la segunda mujer en volar el espacio con un recorrido de 3 horas y 35 minutos, también siendo la primera mujer en hacer dos viajes en 1984. Posterior a esto, Savítskaya también incursionó en la política convirtiéndose desde 1989 a 1991 en diputada popular del Parlamento Soviético, y actualmente, es representante del Partido Comunista de la Federación Rusa y tiene presencia en el Comité de Defensa (Razkin, 2019).
Para 1978, la NASA abre sus puertas para reclutar astronautas mujeres, seleccionando a Shannon Lucid, Margaret Seddon, Kathryn Sullivan, Judith Resnik, Anna Fisher y Sally Ride. Muchas de las pilotos de este grupo fueron parte del programa Mercury 13 mencionado anteriormente. En 1983, Sally Ride fue la primera estadounidense y tercera mujer en viajar al espacio. Junto con su equipo permaneció 17 días alrededor de la tierra, y operó un brazo robótico del cual ella participó en su desarrollo, que sirvió para recuperar satélites en la órbita de la Tierra (BBC News Mundo, 2023). Y en 1992 Mae Jemison se convierte en la primera astronauta afroamericana en viajar al espacio a bordo del transbordador espacial Endeavour. Fue un viaje que duró ocho días, producto de la cooperación entre Estados Unidos y Japón. Posterior a esto, Jemison se ha dedicado a la investigación en el rubro de los efectos de la tecnología en los humanos y en la creación de proyectos que vinculan salud y tecnología en África (Agrupación Astronómica de Sabadell, s.f.). Kalpana Chawla se convirtió en la primera mujer india en ir al espacio en 1997, con su primera misión cuyo objetivo fue desplegar satélites para estudiar la superficie del Sol (Deutsche Welle, 2019). Según La Nación (2022) Chawla fue una de las cuatro primeras mujeres de la India en recibir el título de ingeniera aeronáutica, siendo también la persona con mayor experiencia a bordo en la tripulación del 2003, con más de 370 horas de permanencia en el espacio.
Quien se convirtió en la mujer con la duración más larga en el espacio con 666 días en órbita, fue Peggy Whitson, la primera mujer comandante de la Estación Espacial Internacional (Deutsche Welle, 2019). En 2019, dos astronautas mujeres realizan una caminata espacial juntas por primera vez. Elementos de la NASA, Christina Koch y Jessica Meir se encaminaron a la Estación Espacial Internacional para reemplazar una unidad de control de energía (BBC News Mundo, 2019). Una expedición en la que hubieran participado Koch junto con su compañera Anne McClain que estaba prevista para marzo de ese año sería abortada, como se hará mención unos párrafos más adelante en el texto.
Para el 2024 se proyecta la ejecución del programa espacial internacional Artemisa, el cual tiene el objetivo de llevar a la humanidad a la Luna. Este proyecto busca llevar a la primera mujer a la luna como parte de la tripulación, la ya mencionada Christina Koch. El proyecto se basa en los Acuerdos Artemisa que cuenta con veinte países signatarios de esta herramienta multilateral, entre ellos México mediante su agencia espacial (Secretaría de Relaciones Exteriores, s.f.).
Es importante reconocer que a pesar del gran avance en la representación y la presencia activa de las mujeres en el ámbito de la exploración espacial, aún queda mucho por lograr. Stephenson (2023) invita a pensar que no estamos en un escenario de equidad ‘espacial’, pues existen grandes brechas de género en agencias espaciales, en el campo de la manufactura espacial, en la ingeniería aeroespacial, la fuerza e industria espacial, donde la ausencia del liderazgo ejercido por mujeres es aún marginal. Hablando incluso sobre países de Occidente y países desarrollados insertos en este ámbito de exploración espacial, donde las mujeres se ven insertas en áreas administrativas y de gestión de proyectos, y no en roles operacionales y de liderazgo, señala la autora. Además, Stephenson denuncia prácticas concretas de sesgo por el género que impacta en la experiencia de las mujeres insertas en el campo de la exploración espacial hoy en día:
“El 25 de marzo de 2019, la NASA anunció que realizaría el primer paseo espacial exclusivamente femenino de dos mujeres en la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, días después del anuncio, la caminata espacial fue cancelada: la NASA no tenía dos trajes espaciales que se ajustaran a las mujeres. Otros aspectos del programa espacial también han puesto de manifiesto enormes lagunas tanto en la comprensión como en los datos: desde (casi) enviar a la astronauta Sally Ride a un vuelo espacial de una semana con 100 tampones, hasta la falta de datos sobre el impacto del espacio en el cuerpo de las mujeres, ya que la mayoría de los estudios sobre salud se centran en el cuerpo de los hombres blancos” (Stephenson, 2023).
Stephenson (2023) también advierte sobre prácticas no exclusivas del ámbito espacial que trascienden a dinámicas más amplias que requieren de una revisión desde la perspectiva de género. Por una parte, la prevalencia del dominio masculino en las compañías que captan procuramiento financiero global por encima del emprendimiento femenino (que en el rubro espacial podría seguir la misma lógica), la baja representación de las mujeres en la ciencia y tecnología, incluso en el ámbito del lenguaje. Partiendo de la idea de que el lenguaje construye realidades, es importante poner atención en las palabras y terminologías presentes en narrativas, discursos, leyes, posicionamientos, en los medios y en los debates de la política global.
Referencias
Agrupació Astronómica Sabadell (s.f.). Mae Jemison, la primera mujer afroamericana astronauta (1956, Estados Unidos). Agrupació Astronómica Sabadell. https://astrosabadell.org/pdf/es/bio/dones/Jemison_es.pdf
BBC News Mundo (2019, 18 de octubre). Dos astronautas mujeres en el espacio: la histórica caminata espacial de la NASA. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-50103818
BBC News Mundo (2023, 15 de marzo). The Last of Us: quién fue Sally Ride, la astronauta estadounidense que homenajean en la popular serie. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-64965413
Deutsche Welle (2019, 19 de octubre). Astronautas realizan primera caminata espacial femenina. Deutsche Welle. https://www.dw.com/es/astronautas-hacen-historia-tras-realizar-primera-caminata-espacial-femenina/a-50895832
European Space Agency (2013, 16 de junio). Mercury 13. European Space Agency. https://www.esa.int/About_Us/ESA_history/50_years_of_humans_in_space/Mercury_13
Huguet, G. (2023, 11 de junio). Valentina Tereshkova, la primera mujer en el espacio. National Geographic España. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/valentina-tereshkova-la-primera-mujer-en-el-espacio_14398
La Nación (2022, 1 de febrero). A 19 años de la tragedia del Columbia: la historia de Kalpana Chawla, la heroína que viajaba en el transbordador. La Nación. https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/el-tragico-final-kalpana-chawla-astronauta-nasa-nid2446319/
Razkin, U. (2019). Svetlana Savitskaya (1948), una cosmonauta que paseó por el espacio. Mujeres con Ciencia. https://mujeresconciencia.com/2019/07/04/svetlana-savitskaya-1948-una-cosmonauta-que-paseo-por-el-espacio/
Seag, M. (2017). Women need not apply: gendered institutional change in Antarctica and Outer Space. The Polar Journal, 7(2), 319-335. https://doi.org/10.1080/2154896X.2017.1373915
Secretaría de Relaciones Exteriores (s.f.). ¿Qué es Artemisa? Gobierno de México. https://embamex.sre.gob.mx/eua/index.php/es/2016-04-09-20-40-51/cooperacion-y-educacion/educacion/1925-artemisa
Stephenson, E. (2023, 14 de marzo). Making space for women: Gender, diversity and outer space. UN Women. https://asiapacific.unwomen.org/en/stories/feature-story/2023/03/making-space-for-women-gender-diversity-and-outer-space