El pasado 14 de febrero se celebraron elecciones presidenciales en Indonesia. El resultado confirmado en marzo demostró el avasallante triunfo de la fórmula de Prabowo Subianto para presidente y Gibran Rakabuming Raka para vicepresidente, con un porcentaje de triunfo del 58.58% quedando las dos fórmulas restantes en un 24.95% y 16.47%. (Statista, 2024)
Este triunfo, aun con un evidente alto nivel de aceptación por parte de la sociedad indonesia, se presume como el inicio de un retroceso en la democracia del país, ello ocasionado por el explícito apoyo que el anterior presidente Joko Widodo manifestó a la fórmula de Subianto (ministro de defensa durante el mandato de Widodo) y Gibran Rakabuming Raka (hijo mayor de Widodo). Añadir a ello el fallo del Tribunal Constitucional de Indonesia que creaba una excepción a la edad mínima legal de 40 años para los candidatos presidenciales y vicepresidentes si habían ocupado previamente un cargo electo en niveles inferiores de gobierno (Strangio, 2023), permitiendo con ello la postulación del hijo de Jokowi a la vicepresidencia con tan solo 36 años de edad.
Aun con estas condiciones, los resultados de las elecciones salieron abante, confirmando el triunfo de la dupla de Prabowo y Gibran en Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo y que se vislumbra, por economistas y organizaciones internacionales, que será la sexta economía más grande del mundo para 2027. Un país que ha ganado su lugar en la esfera internacional; con un crecimiento anual del PIB por arriba del 5% (Banco Mundial, 2024), con una geografía que permite el control de las rutas comerciales del sureste asiático y con una gran reserva de recursos naturales. Aunado a los datos anteriores, la posición geoestratégica de Indonesia en el espacio del Indo-Pacifico y en la región del sureste de Asia otorgan un importante papel al país asiático, tanto en la política y economía regional como en la mundial, de ahí la relevancia que tiene la formulación de su política exterior.

Joko Widodo asistió a la sesión inaugural de la COP28 (Crédito: Oficina del Presidente de Indonesia vía Wikimedia Commons)
La política exterior de Joko Widodo
La política exterior manejada por el presidente indonesio anterior, Joko Widodo, durante sus dos mandatos (2014-2019, 2019-2024) se mantuvo con un carácter principista, que en ocasiones demostraba pragmatismo, pero se enfocaba en mantener una clara neutralidad, gestionando una política guiada por el principio ‘bebas-aktif’ (libre y activo). Dicho principio indica que:
“Indonesia no debe ser una parte pasiva en el ámbito de la política internacional, sino un agente activo con derecho a determinar su propio punto de vista y con derecho a luchar por su propio objetivo. —el objetivo de una Indonesia totalmente independiente” (Leifer, 1983).
Este enfoque de política exterior le permitía a Widodo abstenerse de participar en la rivalidad global y regional, al tiempo que defiende la soberanía, la integridad territorial de Indonesia y garantiza la estabilidad del país. Justificado en este esquema y con un “enfoque hacia la política interna”, el mandato de Widodo escasamente destacó en el plano de las relaciones internacionales y en el fortalecimiento de su política exterior. Los contactos con naciones vecinas poseían un carácter prioritariamente de diplomacia económica, estrechando lazos de comercio con otras naciones, permitiendo mantener sus intereses geopolíticos y consolidar una integración económica con la ASEAN. (Damuri et al., 2023)
Como jugador clave dentro de ASEAN, Indonesia reafirmó su compromiso con la centralidad de la asociación, enfatizando el papel de ésta en la configuración de la arquitectura regional y la promoción del diálogo y la cooperación en la región más amplia del Indo-Pacífico. La administración de Widodo apoyó los esfuerzos de la ASEAN para mantener su relevancia e influencia en los asuntos regionales. Sin embargo, el enfoque de Indonesia es a menudo cauteloso y apunta a mantener la centralidad de la ASEAN y equilibrar sus compromisos con varios socios de diálogo.
En lo referente a las condiciones de rivalidad entre Estados Unidos y China, Indonesia ha respondido a través del equilibrio entre sus propios intereses con los de las grandes potencias, instando a todos los Estados a mantener el status quo, rechazando públicamente cualquier estrategia de contención, aunque ha incrementado su cooperación militar con Australia, Japón y Estados Unidos, y buscando reafirmar la centralidad de una arquitectura inclusiva, cooperativa y dirigida por la ASEAN (Shekhar, 2022). En cierta forma, Indonesia ha intentado no descarrilar sus relaciones con importantes socios-comerciales, como China, y así evitar dañar su economía de manera innecesaria, pero no ha ignorado la realidad geopolítica de la disputa en el Mar de la China Meridional, en el que Pekín es la principal amenaza percibida por gobiernos regionales, por lo que también a procurado no deslindarse de la cooperación en defensa que se pueda dar con Estados Unidos y sus aliados, creando de esta forma un contrapeso, pero sin la necesidad de aislar económica o diplomáticamente a China de manera innecesaria y dañina para los países del ASEAN.
El ahora presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, entra en una coyuntura histórica importante dentro del escenario internacional; con un conflicto armado entre Rusia y Ucrania (del que Joko Widodo intentó fungir como mediador durante su presidencia del G20 en 2022), el conflicto en Israel y Hamás y una declarada guerra comercial entre Estados Unidos y China que se entrevé con altos efectos colaterales en el Mar de la China Meridional.

El primer ministro Kishida recibió una visita de cortesía de Su Excelencia Prabowo Subianto, presidente electo de la República de Indonesia, en la Oficina del primer ministro en abril del 2024 (Crédito: Oficina del Primer Ministro de Japón vía Wikimedia Commons)
Primeros pasos de Prabowo Subianto
Las primeras acciones de Prabowo durante su tiempo como presidente-electo, han indicado un enfoque explícito hacia el exterior al comenzar a atender visitas a países clave de Asia, siendo el primero de estos China. La visita, ocurrida por invitación del presidente Xi Jinping el pasado abril, no solo dio cuenta de la buena relación bilateral entre ambas naciones, sino aun más la importancia que tiene Indonesia para los planes estratégicos de China y viceversa en lo concerniente a las contribuciones al crecimiento económico de Indonesia por parte de China.
Para China, el papel clave de Indonesia reside en el aprovechamiento de su posición geográfica dentro de las rutas comerciales más importantes de toda Asia, además de encontrarse en el punto álgido del conflicto dentro del Mar del Sur de China. Si bien los mayores involucrados en incidentes recientes han sido Filipinas y China, resulta preciso para China el mantener alianzas con Indonesia a razón del apoyo que Estados Unidos ha comenzado a brindar a las fuerzas militares de Filipinas (Center for Preventive Action, 2024).
Por su parte, Indonesia comprende la importancia de China como socio económico estratégico y de la necesidad de afianzar aún más sus lazos comerciales con éste, en especial dadas sus necesidades geopolíticas. Indonesia es un país con una enorme extensión territorial y una gran población, como ya se había señalado anteriormente. Sin embargo, su extensión territorial es insular lo que implica retos significativos para la conectividad y la gobernanza de su territorio. Históricamente el país ha tenido que luchar con diversos grupos regionalistas y separatistas para asegurar el control de territorio nacional, precisamente Timor Oriental fue un caso de éxito separatista, ya que el país obtuvo su independencia de Indonesia en 2002. Esto significa que Indonesia necesita dinero, no solo para distribuirlo y mantener un nivel de apoyo social importante, sino lo necesita para desarrollar la infraestructura, la economía y adquirir el poder militar (o policiaco) necesario para gobernar su territorio de manera eficaz. En la práctica, esto ha significado que el gobierno indonesio ha procurado crear la mayor cantidad de lazos económicos para atraer capital para el fin geopolítico de asegurar su estabilidad y control territorial, por ende, China figura como un importante socio económico-comercial.
Estas dependencias, que resultan de una realidad geográfica y geopolítica, manifiestas por ambos países dejan un reducido margen de movimiento para Prabowo Subianto. Un posicionamiento por parte de Indonesia opuesto a los intereses de China, implicaría un cierre a un flujo económico de éste hacia Indonesia, coartando los proyectos internos de infraestructura que Subianto ha prometido continuar como legado de Widodo.
La segunda parada del ahora presidente indonesio fue Japón. El primer ministro Fumio Kishida y Subianto concordaron en la necesidad de una asociación estratégica entre ambos países a partir de la cooperación regional y con enfoque en áreas de defensa, industria y economía. Así mismo, según analistas que hablaron con el periódico Nikkei Asia, la reunión entre Kishida y Subianto posterior a la mantenida con Xi Jinping, representa la búsqueda de un balance en la región entre Japón y China (Muto et. al., 2024).
Uno de los viajes al extranjero más recientes que tuvo Subianto fue a Singapur, en el marco de la 21a edición del Shangri-La Dialogue organizado por el International Institute for Strategic Studies, ofreciendo un discurso especial contundente en temas internacionales. Como era de esperarse, fueron abordados los actuales conflictos armados entre Ucrania y Rusia e Israel y Hamas, mencionando el consecuente aumento de las tensiones geopolíticas y de qué manera, pese a la distancia entre las regiones, han logrado impactar a Indonesia (Prabowo, 2024).
El actuar de Subianto al realizar visitas a otros países durante su investidura como presidente electo, comenzaba a dar pinceladas de la relevancia que tendría la política exterior durante su mandato, sin estar limitada puramente a la dimensión económica, como se había caracterizado el proceder de Joko Widodo. Subianto es consciente del acomodo de piezas en el tablero internacional y ha reconocido, tanto en sus palabras como en su actuar, la necesidad de una formulación más diversa y estratégica de la política exterior de Indonesia para hacer frente a las condiciones adversas que recaerán en Indonesia.

Prabowo Subianto está en camino de recibir el grado de General honorario del TNI en febrero del 2024 (Ejército Nacional de Indonesia Ejército vía Wikimedia Commons)
¿Hacia una nueva política exterior?
El pasado de Indonesia se hace presente; el contexto del que emanó el principio bebas-aktif (libre y activo) parece replicarse una vez más en la actualidad. En medio del conflicto de la Guerra Fría, las palabras del entonces primer ministro, Mohammad Hatta, parecieran resonar en la actualidad en medio de los conflictos armados y las guerras comerciales: “¿El pueblo indonesio que lucha por su libertad no tiene otra opción que elegir entre ser prorruso o pro-estadounidense? ¿No hay otra posición que se pueda adoptar en la búsqueda de nuestras ideas nacionales?” (Leifer, 1983).
Un escenario con dos polos se vuelve a presentar entre Estados Unidos (y sus aliados) y China, y el seguimiento al principio de política exterior vuelve a ser puesto sobre la mesa y se cuestiona ¿la continuidad o el cambio? Prabowo ha manejado, hasta ahora, la línea de no alineación respetando el principio histórico de Indonesia para el manejo de la política exterior. Sin embargo, el pensamiento estratégico de un exmilitar y ministro de defensa puede cambiar las condiciones del juego.
Una adecuada estrategia para Indonesia requerirá no solo del reconocimiento de las ventajas y desventajas de las naciones vecinas, sino, aún más, el reevaluar las condiciones de capacidad e incapacidad que posee Indonesia en sí misma. Es sabido que su ventaja estratégica recae sobre su posición geográfica, sin embargo, su estatus como la economía más grande de la ASEAN, su futura proyección como la cuarta economía del mundo para 2050, su membresía dentro del G20 y el control que posee sobre el estrecho de Malca (una de las principales rutas marítimas del mundo), convierten a Indonesia en una nación con un alto grado de ventaja en las negociaciones frente a otros países.
Por otra parte, para un adecuado desglose de una política externa, es necesaria una política interna consolidada, la cual es necesaria trabajar y reajustar a las nuevas circunstancias. Subianto ha prometido la continuidad de la política interna que hasta ahora ha establecido Jokowi, es decir, el desarrollo de los sectores derivados de materias primas, la modernización de las infraestructuras y el mantenimiento de un programa de gobierno macroeconómico disciplinado, así como de concluir el proyecto de reubicación de la capital a la isla de Borneo en Nusantara (Falak, 2024). Tales compromisos requieren de una inversión económica sólida la cual, en caso de proseguir, no podrán ser utilizados en otros ámbitos dirigidos a la política externa, tales como la inversión en seguridad.
La tarea del presidente electo de Indonesia no se presenta sencilla. En un mundo ahora manejado por la incertidumbre, la continuidad de principios de forma puntual no se vislumbra como la mejor opción. Una visión de Prabowo hacia el fortalecimiento del liderazgo de Indonesia en la región es imperativa, a través del fortalecimiento de sus ventajas como son los medios diplomáticos, y la mejora de sus debilidades, como el poder económico que sigue en desarrollo.
Referencias
Banco Mundial. (2022). Crecimiento del PIB (% anual) – Indonesia. Banco Mundial. https://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.MKTP.KD.ZG?locations=ID
Center for Preventive Action. (25 de junio de 2024). Territorial Disputes in the South China Sea. Council of Foreign Relations. Recuperado el 25 de junio de 2024 de https://www.cfr.org/global-conflict-tracker/conflict/territorial-disputes-south-china-sea
Damuri, Y. R., Intan, R., y Rafitrandi, D. (2023). Strategic interests, regional integration and international economic policy in Indonesia. En S. ARMSTRONG, T. WESTLAND, & A. TRIGGS (Eds.), Navigating Prosperity and Security in East Asia (1ra ed., pp. 119–142). ANU Press. http://www.jstor.org/stable/jj.4688141.12
Falak, A. (25 de abril de 2024). Prabowo Subianto Becomes Indonesian President. ASEAN BRIEFING. https://www.aseanbriefing.com/news/prabowo-subianto-becomes-indonesian-president/
Kompas; The General Elections Commission (Indonesia). (20 de marzo de 2024). Results of the presidential election in Indonesia in March 2024. [Gráfica]. Statista. https://www.statista.com/statistics/1450946/indonesia-2024-presidential-election-result/
Leifer, M. (1983). Indonesia’s Foreign Policy. Allen & Unwi.
Muto, T. Shiga, Y., y Shibata, N. (3 de abril de 2024). Indonesia’s Prabowo visits Japan for balance after his China trip. Nikkei Asia. https://asia.nikkei.com/Politics/International-relations/Indonesia-s-Prabowo-visits-Japan-for-balance-after-his-China-trip
Shekhar, V. (2022). Indonesia’s Great-Power Management in the Indo-Pacific: The Balancing Behavior of a “Dove State.” Asia Policy, 17(4), 123–149. https://www.jstor.org/stable/27254597
Strangio, S. (30 de noviembre de 2023). Indonesia’s Constitutional Court Rejects Challenge to Controversial Election Ruling. The Diplomat. https://thediplomat.com/2023/11/indonesias-constitutional-court-rejects-challenge-to-controversial-election-ruling/
Subianto, P. (1 de junio de 2024). Special Address [Discurso escrito]. The International Institute for Strategic Studies. https://www.iiss.org/events/shangri-la-dialogue/shangri-la-dialogue-2024/plenary-sessions/special-address/